CIUDAD DEL VATICANO (AP).- Ya sea en suave acento peruano o marcado tono porteño, la respuesta es la misma: el próximo Papa será un latinoamericano. Esa es la apuesta segura, al menos para cientos de latinos que merodean en la Plaza de San Pedro, tras pasar junto a la sencilla tumba de Juan Pablo II, abierta desde el miércoles a los visitantes.

El cónclave de los 115 cardenales con derecho a voto, que decidirá quién será el nuevo pontífice, comenzará el 18 de abril y por primera vez en siglos se barajan varios nombres de cardenales latinoamericanos para la silla del Sumo Pontífice, entre ellos el brasileño Claudio Hummes, el hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga o el mexicano Norberto Rivera y el argentino Jorge Bergoglio.

«Yo no tengo dudas. Yo espero a un latinoamericano»», dijo la argentina Patricia Lastiri, mientras da los nombres de varios de los aspirantes sudamericanos y sin vacilar ofrece entre los más seguros al hondureño Rodríguez Maradiaga porque «es joven, lucha contra el narcotráfico»».

Lastiri, de 45 años y profesora de inglés en la ciudad italiana de Turín, agregó que «a Latinoamérica le falta un empujón y un Papa se lo puede dar»».

«Lo que (el fallecido Papa Karol) Woytila fue para Polonia espero que lo haga el latinoamericano para nosotros, ayudarnos con tantos problemas»», añadió Lastiri, quien llegó a Roma el domingo para encontrarse con una amiga peruana y acompañarla a la Basílica de San Pedro, donde el miércoles visitaron la sepultura del fallecido pontífice.

Lejos de los entretelones del Vaticano o las versiones de los analistas, muchos de los latinoamericanos entienden un solo y sencillo argumento: representan la región donde residen más de 40% de los católicos del mundo.

Del total de los cardenales que pueden votar, 21 son latinoamericanos representando desde Argentina a México pasando por Cuba, Perú y Colombia.

«No me importa de dónde sea, pero que sea nuestro»», dijo Patricia de Los Heros, una profesora peruana de 43 años, amiga de Lastiri.

Sin embargo, esas aspiraciones latinoamericanas deben enfrentar otras fuertes candidaturas y la decepción puede ser tan grande, como inmensa fue la tristeza por la muerte de Juan Pablo II, recordado por muchos por sus viajes a América Latina, incluyendo cinco a México y cuatro a Brasil.

Por ejemplo, el apoyo al cardenal alemán Joseph Ratzinger parece estar creciendo entre sus colegas que se aprestar a entrar al cónclave, de acuerdo con versiones de la prensa italiana el miércoles.

Según el diario Corriere della Sera _ citando fuentes anónimas _ en reuniones preparatorias al encuentro del lunes al menos 40 cardenales han manifestado algún tipo de apoyo por Ratzinger, quien cumplirá 78 años el sábado y es visto como un conservador.

Otro diario, La Repubblica, aseguró que los cardenales que apoyarían a Ratzinger serían 50, pero el periódico no indicó la fuente de esos respaldos.

Quienquiera que sea el elegido debe contar con dos tercios, al menos 77 votos.

La sucesión es cosa seria, tanto para quienes creen que la Iglesia necesita reformas como a quienes no tienen inquietudes religiosas.

«Me quedé impactada con la cantidad de dinero que se mueve aquí, es grotesco»», comentó Gabriela Prado, una diseñadora chilena de 30 años, tras pasar el Museo del Vaticano, cuyo ingreso por persona es de 12 euros (unos 15 dólares). «Es otro mundo, ¨de qué viven aquí?, ¨de dónde sale ese dinero?»», se preguntó la joven, quien vino cuatro días de vacaciones a Italia desde la ciudad alemana de Hamburgo, donde reside con su esposo desde hace un año.

«¨Un Papa latinoamericano?»», dijo Prado, «sí, por qué no, quizá algo cambie»».