Por Carlos Francisco Elías
En una entrega de Asombro y Luz, (véase Areito del 2 de octubre, 2004, pag 5) había hecho mención a este proyecto internacional, que la alcaldía de París dedica cada año a un rincón del mundo, con el fin de dar a conocer obras y artistas, labor muy loable, porque el lugar no deja de ser interesante y particular para la promoción de los artistas de la cuenca del Caribe en especial.
La República Dominicana, este año está representada por Marcos Lora Read (1965), quien ha concebido especialmente para esta gigante exposición una obra titulada Obra en Progreso (2004).
La obra de Marcos Lora Read es siempre un espacio donde la intervención es permanente, en este caso no es diferente: telas pintadas montadas en una estructura de madera, simulación de figuración cargada de símbolos, instalación que no discrimina los elementos sonoros populares domicanos.
Otros artistas insulares que trabajan en el continente acompañan a Lora Read en esta 4ta entrega de Latitude; me refiero a Andrés Montalván, de Cuba; Cynthia Phibel, de Guadalupe; Dionne Simpson, de Jamaica; Henry Tauliaut, de Guadalupe; Mario Benjamin, de Haiti; Jean Francois Boclé, de Martiniquica, entre otros.
La exposición Latitude ha sido montada por la Asociacion Ocea, creada en 1993 por la curadora Regine Cuzin, quien ya había organizado la Exposición itinerante La ruta del arte sobre la ruta de los esclavos.
La exclusividad del trabajo con el Caribe me parece de vital interés, esta vía permite una excelente ventana a la fuerza expresiva del arte de nuestra región.
En ediciones anteriores, Latitudes 2003, por ejemplo, ya se había visto una revisión de suma curiosidad sobre lo que acontece en el arte contemporáneo del Océano Indico, donde el talento de artistas de la isla La Reunión, Islas La Seychelles, Madagascar, entre otros territorios, mostraban el portento y la presencia de un arte poco difundido y no por ello menos rico y arrobador de una zona del mundo donde solo la desgracia o el fenómeno natural, hacen noticia internacional.
La gracia del arte producido en la diversidad de los espacios geográficos, confronta visiones y miradas que hacen posible otra visión del mundo contemporáneo.
En otra entrega de Asombro y Luz, vista la exposición, escribiré de nuevo sobre Latitude edición 2004.