La pandemia ha acentuado una serie de tendencias y cambios en la industria de la construcción que abren una serie de oportunidades para distintos emprendedores.
Así lo confirman Miguel Medina y Carlos Morel, dos jóvenes, amigos y socios que se unieron para diseñar y construir un sueño que han llamado ‘Latterale’.
Se trata de una constructora de proyectos inmobiliarios que nació hace apenas dos años y ya tiene levantados tres edificaciones.
Medina, con 35 años de edad, es licenciado en administración de empresas, ingeniero civil, tiene maestría en desarrollo empresarial y maestría en dirección de proyectos, y Morel, con la edad de 34 años, es ingeniero civil y tiene maestría en dirección de proyectos, explican como nace esta idea.
“Latterale nace de una sinergia de trabajo con miras a innovar y llenar las expectativas de nuestros clientes llevando un producto premium donde los propietarios se sientan cómodos y seguros a la hora de elegir donde vivir”.
Cuentan que se conocen desde hace mas de 10 años, pero se unieron mas como amigos desde el año 2016 en un encuentro de parejas.
“De ahí en adelante hemos sido grandes amigos compartiendo diariamente en cosas relacionadas al trabajo y los fines de semana de manera familiar”.
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El capital semilla para emprender es fruto de otros negocios que hicieron de manera independiente a lo largo de más de 12 años de trabajo arduo de ambos.
“Además, nuestras empresas pudieron garantizar cualquier acceso al crédito bancario”, aseguran.
Para ambos ingenieros poder emprender en el sector construcción comercial que tomó un buen repunte luego de la pandemia, según dicen, ha sido una gran oportunidad de negocio.
Sin embargo, han tenido que enfrentar algunos obstáculo como el alza de los materiales de construcción, “la depreciación del dólar ha creado una inestabilidad en los precio del metro de construcción ocasionando malestar a la hora de un aumento del precio a los adquirientes”, dicen.
Lo que no ha sido una traba para ellos es su juventud, aunque muchos de sus clientes y suplidores se sorprenden al conocerlos, pero nunca han sentido discriminación.
“A la verdad que no, se sorprenden de ver jóvenes que han sido prósperos, en el sector construcción, pero nos han acogido de manera afectuosa depositando la confianza necesaria para el desarrollo de nuestros proyectos.