Un numeroso público expectante se dio cita en la Sala de la Cultura Aída Bonelly de Díaz del Teatro Nacional para escuchar el recital que ofrecería la joven soprano dominicana Laura Pernas, quien se encuentra realizando estudios de canto en el Conservatorio de Boston bajo el tutelaje de Victor Jannett.
Hace dos años en ocasión del recital presentado en la Sala ADMA, escribimos un artículo que titulamos “Laura Pernas, nueva promesa del canto lírico” en el que hicimos el siguiente comentario: “Aun adolescente su voz se sitúa dentro de la tesitura de soprano lírica, y acusa un estimable dominio de la técnica vocal, trabajo logrado bajo la sabia orientación de su profesora, la soprano Ivonne Haza. De bello timbre y coloridos matices, la voz de esta soprano en ciernes, se decanta con un alto grado de musicalidad.” Hoy podemos comprobar luego del tiempo transcurrido y su preparación permanente, cómo ese capullo que apenas asomaba a la luz, va convirtiéndose en una hermosa flor de múltiples pétalos y variopintos colores.
Con el aria “Bel piacere” del “Drama per música” como suele ser llamada la ópera “Agrippina” de George Frideric Handel, inicia el recital. La vivacidad y el dominio de la elasticidad del recitativo mostrado es una muestra “a priori” del nivel alcanzado por la joven soprano, lo que auguraba una exquisita noche del arte lírico.
El programa continúa con “Ideale”, una de las canciones más conocidas de Francesco Paolo Tosti, luego escuchamos los “lieder” de Franz Schubert “An die Musik”, de Robert Schumann su “”Du bist wie eine Blume” y de Johannes Brahms “Wie Melodien Zieh es mir”, un verdadero poema de amor. Finaliza la primera parte con dos canciones de Gustave Fauré: Chanson d’amour” y Le Secret, y de Georges Bizet “Ouvre ton coeur”. En cada una de estas interpretaciones Laura Pernas muestra un adecuado manejo del instrumento vocal, permitiéndonos aquilatar su potencial, el brillo y la calidez en los matices, así como la ternura que imprime a cada entrega, cónsonas con estas exquisitas canciones de amor.
Segunda parte del programa. La atmóstera se torna picaresca, Laura da rienda suelta a un histrionismo desbordante e inicia con el aria “A Serpina penserete” de “La serva padrona” –La criada patrona- de Giovanni Paisiello. La dominicanidad se hizo presente al interpretar con gran sentimiento dos hermosísimas canciones del maestro Ramón Díaz, “Plenilunio” y “Esquiva”. Luego aborda un género que le es familiar y propicio, en el que destaca plenamente: el musical. De la famosa comedia musical de Cole Porter “Kiss me Kate”, canta “I Hate Men”, luego “Will he like me”, de “She loves me” de Jerry Bock y de “Grey Gardens” de Scott Frankel, “Will You?. Con la interpretación de “I cannot Tell what his love may be” de la ópera cómica de Arthur Sullivan “Patience”, Laura Pernas alcanza su mejor momento. Cierra el programa con “My White knight” del musical “The music man” de Meredith Wilson.
Tras una calurosa ovación de un público emocionado, puesto de pié, Laura complace con un “encoré” y de nuevo del musical “She loves me” interpreta “Vanilla Ice Cream”. Como en todo recital, el acompañamiento cobra su propio protagonismo, esta vez logrado acertadamente por el pianista Elioenai Medina. Una noche para recordar, testigos fuimos del talento de una artista, Laura Pernas, que avanza en la búsqueda de la realización plena. ¡En hora buena!