Laura Restrepo: Delirio, mentiras y medios

Laura Restrepo: Delirio, mentiras y medios

POR MARIVELL CONTRERAS
Conversar con Laura Restrepo es una fiesta.  Primero por la alegría que produce estar ante una autora a la que se ha leído mucho y disfrutado en demasía su peculiar estilo de contar y segundo porque a través de ella se escucha la sabiduría del ser más allá de las torpezas de la vida cotidiana.

Estuvimos junto a ella en la presentación de Delirio, premio Alfagura de Novela 2004 y coincidimos en su percepción de que la bondad es una cualidad en desuso en la formación de los seres humanos en estos momentos y también acerca del peso en nuestras vidas de la comunicación y su efectividad.

Más allá del panel de lectores en que participáramos –organizado por Ruth Herrera en el Auditórium de la Universidad Católica de Santo Domingo-, nos encontramos en su hotel, en nuestra condición de periodista y ella de escritora.

Después de escucharla hablar sobre lo que ella llama la gran hipocresía de la sociedad y que fue uno de los detonantes de la concepción de Delirio, calificada entre las mejores de los últimos tiempos por el nobel portugués José Saramago, es un ajuste de cuentas con la hipocresía.

Delirio cuenta la historia de una mujer que pierde la cabeza “por muchas razones, pero en parte porque no sabe descifrar, no sabe moverse en una maraña de mentiras que existen en su familia sobre el origen de la fortuna, la sexualidad de las personas”.

MC: ¿Yo me quedé enganchada con la idea de la gran mentira que mencionabas y de alguna manera la llevé al público que hasta hace unos años pensaba que lo que leía en los periódicos y oía en la televisión era la verdad, ¿cómo entonces se manejan los medios si su gran poder no existe?

Laura: “Bueno ahí viene esa realidad tan fascinante de los medios, ¿no? Por un lado son los grandes divulgadores de la mentira, que la verdad oficial, que absolutamente es la más mentirosa de todas, la más manipuladora, corresponde pues a los intereses del poder y a los grandes negocios”.

Laura Restrepo quien se iniciara como crítica de libros en la revista Semana de Colombia y luego pasó a otros medios inclusive en la televisión, sostiene que a pesar de su afirmación anterior tiene en muy buena opinión a los reporteros.

“Yo valoro enormemente el papel de los reporteros.  Yo pienso que en América Latina los reporteros han jugado un papel fundamental, porque estan en los sitios, registran.  Yo creo que la buena voluntad de la mayoría de los reporteros, que se choca con los dueños de los medios y siempre se las arreglan para filtrar de tal manera su visión de las cosas”, afirma.

“Yo pienso que en gran medida la historia real de nuestro continente, la historia de esta tremenda lucha de nuestros pueblos por la dignidad la han escrito los reporteros”, asegura.

Aunque ella tiene la percepción de que la gente lee los periódicos entre líneas “que sabe distinguir lo que son los titulares de lo que son por allá las letras menudas que salen en la parte atrás. Yo pienso que la gente no traga mucho entero sino serían avasalladores los medios”.

Dice que hay algunos medios que son favorables “al transcurso de la historia”, pero que no todos tienen la misma orientación y que en ese sentido hay que “reivindicar el papel de la gente de opiniones, columnistas muy valientes.  Hay gente que opina muy de frente y muchas veces con repercusiones nefastas”.

MC: Cuando me hablas de periodismo escrito y de periodismo de televisión, ¿tu sientes que existe alguna diferencia en la labor de uno y otro, en tanto que la palabra hablada parece que se marcha y a la palabra escrita siempre puedes volver?

Laura: “La palabra escrita dura un poco más y entonces hay quienes consultan los archivos en Internet, que aunque es más fugaz llega a millones de personas,  Fíjate que si tú me preguntas en materia de medios qué es lo que más me fascina, te diría que hoy es la radio”.

Nos confiesa que entre sus planes está “algún día tener un programa de radio “que sea a las 4 de la mañana”.  La hora está relacionado con testimonios que ha oído acerca de la soledad de los presos en las cárceles de madrugada y que a esa hora ellos oyen la radio.

Le gusta la idea de la radio porque “el locutor está, de alguna manera hablando al oído de la gente” y diferencia este medio de la televisión en la cercanía que produce, en contraposición con la televisión que a pesar de la imagen “es un poquito impersonal”.

“A mí me encanta como los choferes de taxis están escuchando radio.  Es una voz que acompaña a la gente que está trabajando” y a continuación abunda en el sentido de que la televisión es para gente que está detenido de sus actividades.

Piensa que los presos representan “el rincón más negro de la sociedad” y que estos la inquietan. Le referí la película que acaba de estrenar José Enrique Pintor en La Victoria y aunque no conocía el origen ni las condiciones de esta terrible cárcel dominicana, por lo menos sí sabía de su presentación en el Festival de San Sebastián, España.

Se declaró como una espectadora ferviente del cine y que a él le dedica buena parte de su tiempo libre, aunque como arte es el único en el que no ha incursionado y que con este mantiene “una relación de la persona que escribe y que espera que se conviertan en películas algún día”.

Ya hay propuestas hechas algunas firmadas y no pretende ser guionista ni interponerse en la visión de sus lectores ni de los posibles creadores que trabajen sus libros para el cine.

Pie: Laura Restrepo se declaró como una espectadora ferviente del cine y que a él le dedica buena parte de su tiempo libre.

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