Laureano Guerrero – Cartas al director

Laureano Guerrero – Cartas al director

[b]Señor director:[/b]

Cuando el ilustre profesor Juan Bosch trataba de explicarnos el por qué abandonaba al Partido Revolucionario Dominicano para fundar el de Liberación Dominicana diciendo que el primero había cumplido su misión histórica, no todos lo entendimos bien entonces.

Y no lo podíamos entender porque mientras el maestro se expresaba en estos términos, el partido del jacho prendido se mostraba más resplandeciente que nunca en el seno del pueblo dominicano.

Pasaron dos gobiernos del legendario partido blanco en donde uno de sus presidentes terminó suicidándose por las decepciones y frustraciones de su administración y el otro terminó en la cárcel condenado a 20 años de prisión por complicidad en actos de corrupción.

Aún así, el PRD bajo la dirección del liderazgo carismático del Dr. José Francisco Peña Gómez y ante un Partido de la Liberación Dominicana marcado por las ideas socialistas de entonces y sin haberse estrenado en la administración del Estado, resurge más fulgurante que nunca haciendo antagonismo con su rival histórico el Partido Reformista Social Cristiano el cual sería siempre más impopular que esa organización de quien Bosch decía había cumplido su misión histórica.

Es ahora, tres décadas después, habiendo pasado por la experiencia de ver gobernar al partido preferido del profesor Juan Bosch y ante el desastre evidente en que el presente gobierno perredeísta ha sumido a esta nación en todos los órdenes, es ahora cuando todos los ciudadanos podemos entender claramente y de manera meridiana las proféticas palabras de ese visionario de la política cuando enfatizaba que el PRD había cumplido su misión histórica.

Es ahora, cuando todos estamos siendo víctimas del presente gobierno contrario a lo que nos prometieron, cuando nos damos cuenta quién es y de qué es capaz el PRD.

Es ahora, cuando el desastre económico está ahogando a la nación y los organismos especializados nacionales y extranjeros están alarmados y nos comparan amargamente y con tristeza con las bonanzas del gobierno anterior.

Es ahora, cuando vemos derrumbarse las instituciones de la nación bajo el mandato de la gestión perredeísta sin que atiendan las opiniones y las alarmas de toda una sociedad.

Es ahora cuando vemos un senado de la República perredeísta imponer una Junta Central Electoral desequilibrada con el deliberado propósito de que tan solo obedezca al partido blanco.

Es ahora, cuando vemos a un presidente y a sus seguidores romper nuestra constitución tan solo para que se permita su reelección sin reparar en los costos y los niveles de corrupción que ello conlleve.

Es ahora, cuando podemos ver a la vicepresidenta de la República, doctora Milagros Ortiz Bosch, a quien creíamos una mujer conceptual apegada a los principios, convertida ahora en actriz de cine pidiéndole disculpa al pueblo de manera repetida por el desastre y el caos en que su gobierno ha sumido a nuestro país al mismo tiempo que atiza y se convierte en abanderada del inefable proyecto sobre «Ley de Lemas».

Solamente ahora, cuando hemos visto a nuestro país retroceder vertiginosamente y presenciar cosas que creíamos superadas y tan solo pensadas y realizadas por mentes malévolas y retorcidas, hemos podido darnos cuenta que algo nos quería decir el maestro cuando nos señalaba que el PRD había cumplido su misión histórica.

Pero no pasarán. Ya lo dijo el poeta: «No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague».

El Partido Revolucionario Dominicano no solo saldrá del poder el próximo 16 de agosto de manera irremisible sino que con el odio y el encono que está sembrando en el pueblo con sus actitudes, conduce a esa organización a su auto destrucción lo cual es peor.

Qué pena.

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