¿Le cuento el secreto?, una pregunta de todos los padres

¿Le cuento el secreto?, una pregunta de todos los padres

La temporada de Navidad está a nuestro alrededor; en el supermercado, en la televisión, cuando caminamos en la calle. Esta época del año nos puede ofrecer la oportunidad adecuada de hablarle a nuestros niños acerca de cosas muy importantes. 

¿Cómo explicarle a los niños el por qué celebramos estos rituales, más allá de comprar regalos? ¿Cómo podemos responder a sus preguntas acerca de las creencias de otras culturas y religiones?

La época, sin dudas despierta la curiosidad e interés de los niños al igual que su entusiasmo.

Hay muchos recuerdos e historias que compartir al respecto de cuando los niños descubren la navidad por primera vez. Compartamos historias y experiencias.

¿Como les presenta la idea de las fiestas navideñas a sus niños? ¿Como determinan que los niños están listos para escuchar una explicación más compleja al respecto? ¿Cómo responde a las preguntas de por qué se celebra la navidad?

La primera Navidad de la que los pequeños son algo conscientes es cuando son mayores de dos años. Por eso, por lo general cuando los niños alcanzan esa edad, los padres quieren asegurarse de que ellos estén bien entusiasmados respecto a la Navidad.

Para lograrlo, es recomendable empezar a trabajar desde el mes de octubre en distintas actividades que le permitan familiarizarse con Santa Claus, los renos, el trineo,  las campanitas, los duendes, el Polo Norte y todos los personajes y situaciones que pertenecen al mundo mágico de la Navidad y por supuesto la esencia principal, el natalicio del Señor Jesús.

Para muchos padres resulta mucho mejor explicarles a sus hijos desde que son pequeños que la Navidad no es otra cosa que la celebración del cumpleaños del Señor Jesucristo, quien vino hace mucho tiempo en forma de hombre para morir en una cruz por nuestros pecados, vencer la muerte y con su poder otorgar la vida eterna a quienes le creyeran.

Otros, prefieren además de contarle la historia de la Navidad cristiana además de sumarle la historia de Santa Claus y de los Reyes Magos. De una forma u otra la pregunta del millón, cuando los niños van haciéndose mayorcitos es si se les dice o no el gran secreto: de si en realidad “Santa” llega todos los años a traer regalos en su trineo de renos o si los Reyes Magos en verdad les traen regalos, como hace miles de años lo hicieron ante el pesebre del niño Dios.

Si sus hijos creen que Santa Claus les llevará los regalos que le pidieron el la carta, sea cuidadoso en cómo manejará las informaciones que lo “ayuden” a pasar esta transición, sin traumas, ya que resulta realmente decepcionante Orígen de la Navidad, para ayudarle cómo contársela a sus hijos.  La Navidad es la fiesta cristiana más popular, pese a que la Iglesia considera que es más importante la Pascua. Y por tal motivo es la que contiene más tradiciones:

Las tres figuras básicas del belén tradicional forman el llamado Misterio de Navidad ( San José Obrero, el Niño Jesús y la Vírgen María).

Tradiciones

Los Belenes o nacimientos consisten en la representación del nacimiento de Jesucristo, mediante una maqueta de Belén y sus alrededores, en la que las figuras principales son el establo en donde nació Cristo, la Sagrada Familia, los animales y los pastores. Según la tradición san Francisco de Asís fue su inventor.

– Los Villancicos canciones o cantos alusivos al nacimiento de Cristo o a la Sagrada Familia. Algunos como Noche de Paz tienen versiones en varios idiomas o ritmos, con el mismo o distinto nombre.

–  Las Posadas son una serie de fiestas populares que recuerdan el trayecto de san José y la Virgen María para llegar a Belén. Estas celebraciones tienen lugar del 16 al 24 de diciembre en México.

– El Árbol de Navidad consiste en un árbol de conífera adornado con esferas de colores, cintas brillantes, estrellas, etc. Su estructura es parecida a la de la rama veracruzana, que también se lleva a cabo en las fiestas decembrinas, pero que no cumple la misma función de adorno.

– Las tarjetas navideñas: También es costumbre que además de los regalos, se intercambien postales o tarjetas de felicitación por motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Esta costumbre fue creada por el londinense John Callcott Horsley en 1843.

Pese al origen cristiano de la Navidad, esta fiesta ha perdido su carácter religioso, para convertirse en una simple celebración de convivencia familiar, debido en gran medida a la mercadotecnia y a la popularidad de esta celebración.

A partir del siglo XIX es cuando la Navidad empieza a popularizarse con el carácter que tiene hoy día, pues en este siglo se popularizó la costumbre del intercambio de regalos, se creó a la figura actual de  Santa Claus (cuyo orígen se inspiró en el Papá Noél, que había sido obispo de Asia Menor en el siglo IV, santo en buena parte de Europa desde la Edad Media, y gnomo en Nueva York de mediados del siglo XIX, se vio forzado a viajar por medio mundo antes de poder encontrarse a sí mismo en la maravillosa imaginación de otros- San Nicolás nació alrededor del año 280 en Patara, una ciudad del antiguo distrito de Licia, en Asia Menor, en el sudoeste de la actual Turquía.; la tradición de que el lleva regalos a los niños es de origen holandes). y la costumbre de regalar tarjetas de Navidad. Costumbres que con el tiempo la mercadotecnia (en especial la norteamericana) aprovecharía para exparder la Navidad por el mundo dándole un carácter casi distinto al religioso, y con temas que poco o nada tienen que ver con la verdadera celebración navideña, tal y como sucede con los osos polares y focas de la Coca-Cola .

Por tal razón la Navidad no siempre es celebrada por cristianos, pues incluso los japoneses no cristianos y algunos ateos celebran Navidad.

Actuar, entonces con psicología con sus pequeños será lo mejor. Los psicólogos recomiendan decir la verdad, pero explicándoles la historia y haciéndoles ver que es una linda tradición que honramos entregádoles los regalos en su nombre. Hablen con sus niños, enciendan el espíritu de la Navidad, pero  que la verdad reine, para evitar decepciones.

La clave

1. Digan la verdad, pero con explicaciones sensibles y coherentes.

2. Anímense a crear tradiciones familiares, que vayan de la mano con las navideñas. Costumbres por las que se caractericen como familia y por las que todos “se pelen” por participar.

3. Si hay niños pequeños realicen actividades que despierten su interés en los detalles de la Navidad; decoren juntos el árbol, enséñenles a compartir lo que tienen con los menos afortunados. Aprovechen e inculquen valores que serán para toda la vida.

El dato

1. Ilusiones rotas

Muchos niños sufren traumas que deben ser tratados en terapia para que sean superadas, por un inadecuado manejo del tema por parte de sus padres.

2. Crear tradiciones

Dentro de las tradiciones navideñas usted puede animarse a crear otras tradiciones, pero familiares, actividades que se hagan costumbre con los suyos y que definitivamente conviertan la fecha en memorable y deseada cada fin de año. ¡Pónganse creativos y a sean felices!

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