Le deseamos una feliz Navidad…y un carro de lujo

Le deseamos una feliz Navidad…y un carro de lujo

Christopher Caldwell
Solía ser una queja común sobre Navidad, especialmente en Estados Unidos, que las festividades habían sido degradadas por el “materialismo”. La lamentación era que la gente debía emplear el día en oraciones. En el especial navideño de 1965, cuando Charlie Brown quería saber de qué se trataba la Navidad, Linus le leyó los versos sobre las nuevas de prosperidad, regocijo y paz sobre la tierra del evangelio de Lucas.

Por supuesto, no todo el mundo era introspectivo o lo suficientemente serio para eso. Para ellos, la Navidad significaba sentarse alrededor de un ganso al vapor con cuatro generaciones de la extensa familia, a chismear sobre los vecinos y a embriagarse de jerez.

Lo que la Navidad no debería significar es endeudarse comprando grandes cantidades de mercancía con el sello de “ensamblada en EEUU”, que los anunciantes de la televisión engañan a la gente para que piensen que es lo que ellos necesitan en primer lugar. Parecía haber un consenso al respecto.

En la actualidad, uno escucha mucho más raramente las quejas sobre el materialismo de la Navidad. Esto probablemente no se debe a que somos mejores en discernir el verdadero significado de la festividad. Es más posible que el materialismo haya prosperado hasta tal punto que nadie se atreve a llamarlo materialismo.

Por los pasados años, la Lexus ha dirigido anuncios televisivos que sugieren formas para que la gente obsequie tales autos a sus seres queridos para la Navidad. Hay algo obsceno sobre estos anuncios, y es que promueven algo llamado “Programa de diciembre para recordar las ventas”. (El porqué mejor no lo llaman el Programa de acabar con las apariencias de las pobres ventas, nadie lo sabe).

La entrega del regalo usualmente implica algunos bienes de consumo elaborados que equivalen a un striptease o a la búsqueda de un tesoro que aumente la atmósfera materialista.

Cuando alguien obtiene como regalo un celular, por instancia, ya este tiene programada la fotografía de un carro nuevo. Tal vez el año próximo, los carros vendrán con direcciones de GPS para una hacienda recién comprada. Esta es sólo una idea.

Los anuncios de Lexus seguramente son materialistas, pero, hasta cierto punto, ellos son excepciones. La Navidad puede ser más comercial de lo que solía ser, pero “comercial” ya no es sinónimo de “material”.

Una gran cantidad de gente regala experiencias en vez de objetos. Eso es exactamente lo que debemos hacer con nuestro dinero si queremos maximizar la felicidad, de acuerdo a un reciente artículo en la Revista de Psicología del Consumidor de la autoría de tres psicólogos sociales: Elizabeth Dunn, Daniel Gilbert y Timothy Wilson. Pero en la práctica, la línea entre las experiencias y los objetos son difíciles de delinear. Si usted le compra a alguien un juego de vídeo, ¿usted le ha dado una cosa o una experiencia? ¿Es menos materialista regalarle a alguien un bonito DVD de la película Orgullo y prejuicio que una televisión? ¿Es menos materialista dar la edición de Kindle de Orgullo y Prejuicio que el DVD?

Se sospecha que las quejas sobre el materialismo proliferaron en la era de Charlie Brown porque los niños proliferaron en la era de Charlie Brown. La queja real era que tener que comprar juguetes caros para los niños distraía a los adultos de servir a su propio consumismo. La apertura de China, de donde viene un sorprendente 89% de los juguetes americanos, ha arreglado las cosas un poco ya que los juguetes en el presente son, por estándares históricos, poco costosos.

Mientras las compañías de EEUU han cerrado líneas de ensamblaje, la agitación contra el materialismo navideño se ha vuelto más política. Hay un personaje llamado Reverendo Billy, que se muestra haciendo protestas y llamados para que la gente pare de dar regalos de Navidad. Hay una página Web llamada Xmasresistance.org. Es sorprendente que no haya más organizaciones contra la avaricia navideña, ya que los esfuerzos para avivar esa avaricia, ciertamente, son bien organizados.

 Los detallistas y mayoristas coordinan estrategias de ventas de un mes de duración para que los consumidores se separen de sus dólares. Dicha estrategia va desde el Viernes Negro (el día después del Día de Gracias) hasta el Súper Sábado (el último día antes de Navidad).

En los viejos tiempos, el materialismo era considerado lo opuesto al espiritualismo y de ese modo una amenaza para los aspectos cristianos de la Navidad. Ahora, este es más una amenaza para la vida social y familiar. De acuerdo con una encuesta reciente por parte del Instituto de Formación y de la Familia en Gran Bretaña, un 84% de los padres se preocupan de que la Navidad haga a los niños más materialistas.

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En Inglaterra

1.  Este año puede ser diferente en Gran Bretaña, donde un aumento del VAT, la inflación y la austeridad han minado las expectativas de los detallistas por una temporada de compras navideñas en ese país.

2. En EEUU, Kmart y otros almacenes (a solicitud de los clientes) han reestablecido los pasados de moda planes de “layaway”, bajo el cual, todas las semanas pagan una décima o doceava parte del costo de algunos productos caros o artículos de vestuario y luego van y los recogen con su último pago. Tales acontecimientos revelan otra razón para no quejarse demasiado sobre el materialismo. Es un problema que tiende, a pesar de lo doloroso que es, a resolverse por sí mismo.

El capital comienza a salir de Asia por crisis europea

Henny Sender

Los economistas están preocupados de que Asia sufrirá, ya que los bancos europeos están tratando de reducir sus balances generales mientras respaldan los clientes locales.

Una combinación de las advertencias en relación al efecto de los malestares europeos sobre Asia, así como concretas señales de que el capital extranjero está abandonando la región, se han multiplicado en los últimos días, especialmente para los países con déficits que por definición tienen que importar el capital.

El sureste de Asia ya ha observado dramáticos reversos de ingresos de capital desde unos pocos meses atrás, mientras los sostenimientos de bonos extranjeros de moneda local en la región, bajan.

 En Indonesia, por ejemplo, la propiedad extranjera de bonos de moneda local ha disminuido por un 51% desde agosto hasta noviembre, de acuerdo con las informaciones provistas por JPMorgan Chase Bank, poniendo presión descendente sobre la moneda, que ha disminuido un 7% en contra del dólar.

En Tailandia, los extranjeros recortaron los sostenimientos de bonos denominados en baht por un 24% en el mismo periodo.

 Tales egresos, “combinados con las proporciones de depósitos de préstamos de moneda extranjera dentro del sector bancario posiblemente han constreñido la liquidez local de manera adicional”, según las notas del economista Sin Beng Ong, economista de JPMorgan radicado en Singapur.

 Vietnam es particularmente dependiente de los préstamos sindicados con un alto grado de participación en la banca europea, dadas sus débiles cuentas externas y altos costos de financiamiento local, de acuerdo con Citigroup Global Markets. En su reporte trimestral, el Banco para el Desarrollo Internacional expresó que Asia era la más expuesta a retiros repentinos de capital.

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Causas del retiro, según banco

1.  Los retiros de capital  de Asia se han debido a que gran parte del flujo de los bancos extranjeros vienen de los préstamos transfronterizos antes que del financiamiento que es reservado localmente, según el Banco para el Desarrollo Internacional. 

 2. Además, Asia es particularmente vulnerable debido a que un grupo de bancos europeos ascienden a más de un 40% de todo el financiamiento comercial en Asia emergente, de acuerdo a Dealogic.

3.  Indonesia, Vietnam  y Tailandia confrontan problemas similares en la salida de capital.

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