Además de hipertensión, úlcera, alopecia…, la medicina ha descubierto que el estrés también se vincula al síndrome de la articulación témporomandibular (ATM).

Éste consiste en acumular tensión en los músculos implicados en el movimiento de la mandíbula.

Su origen es difícil de detectar, pero es cada vez más frecuente.

Señales de alerta.  La más común es un dolor intenso dentro y alrededor de la oreja, que se extiende  hacia un lado  de la cabeza,  la nuca o el cuello, y puede empeorar  al masticar, bostezar o hablar.

Algunos pacientes también experimentan sonidos articulares o chasquidos.

Tratamiento
Lo más habitual es colocar una férula de reposicionamiento. Su función es centrar la mandíbula inferior, permitiendo que los ligamentos y la musculatura recuperen su tensión normal.

Este dispositivo se retira a los cuatro meses de uso continuado con ejercicio terapéutico de apoyo.

Qué hacer para evitarlo
Mantener una buena postura corporal, haciendo pausas frecuentes para  cambiar de posición, descansar las manos y brazos y aliviar los músculos.

Practique  técnicas de relajación como el yoga o la meditación para reducir el estrés y la tensión muscular. Evite morder objetos duros, como lápices o uñas, o masticar alimentos y productos que requieran gran esfuerzo para triturarlos como chicles, la carne o los bocadillos.

Procure dormir bien, y mejor si es boca arriba. Una almohada le ayudará a relajarse mucho mejor.

Es evidente que el estrés, condición de la modernidad, y a la que  no  escapa casi nadie en estos momentos, en mayor o menor intensidad, se refleja de diversas maneras en el organismo, llegando incluso a producir cánceres en distintos órganos y partes del cuerpo, como es el caso de la mandíbula.

Por eso es recomendable buscar y aprender técnicas que ayuden a la relajación, ya  que la tensión es lo que lleva a sufrir este mal, producto de  la  rutina diaria.