Le echan el ojo a tarjeta de Lula

Le echan el ojo a tarjeta de Lula

BRASILIA (EFE).- La justicia ha decidido investigar los gastos del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y de su esposa, Marisa Leticia Rocco, con tarjetas de crédito oficiales, según confirmó ayer el Tribunal de Cuentas del país.   

Esa instancia judicial, encargada de los asuntos administrativos que afectan a las autoridades brasileñas, ha decidido hacer un auditoría general en las tarjetas de crédito oficiales de todos los poderes del Estado, comenzando por la Presidencia de la República.

   El objetivo, según un comunicado, es «verificar la regularidad de los gastos», que han sido puestos en tela de juicio por líderes opositores en el marco de los escándalos de corrupción que sacuden a Brasil.

   Según el Tribunal de Cuentas, el 54 por ciento de esos gastos corresponden a pagos realizados con tarjetas bajo la responsabilidad de la Secretaria de Administración de la Presidencia y de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abim).

   La Secretaría de Administración de la Presidencia es responsable, fundamentalmente, de las cuentas oficiales del jefe de Estado y la primera dama, así como de otros altos funcionarios del Palacio gubernamental de Planalto.

   Entre enero y junio de este año, según el tribunal, los gastos de la Presidencia con esas tarjetas de crédito sumaron cuatro millones de reales (unos 1,7 millones de dólares).

   Líderes de la oposición han denunciado que muchos de esos gastos corresponden a retiradas de dinero en efectivo, con fines no aclarados.

   El senador Arthur Virgilio Neto, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), afirmó que desde el año pasado pide una investigación sobre esas tarjetas sin encontrar eco alguno.

   Dijo que el Palacio de Planalto se negó a detallar los gastos del presidente con tarjetas de crédito y confió en que la investigación que comienza ahora aclare «todas las dudas».

   Hasta ahora, según Virgilio Neto, la Presidencia alegó «razones de seguridad del Estado» para no informar sobre esas cuentas.

   El diputado Bismarck Maia, secretario general del PSDB, consideró «absurdo» e «increíble» ese argumento y dijo que suponía un «ataque frontal a la democracia».

   El diputado Murilo Zauith, del derechista Partido del Frente Liberal (PFL), declaró que «la sociedad no recibe explicaciones del gobierno de Lula, pero ahora la justicia deberá darlas».

   Además de las tarjetas de crédito oficiales, la oposición ha pedido investigar la Casa de Moneda, un instituto que depende del Ministerio de Hacienda y cuyo antiguo titular, Manoel Severino dos Santos, dimitió hace un mes alcanzado por los escándalos en el oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

   Dos Santos está acusado de retirar 2,4 millones de reales (un millón de dólares) en efectivo de las cuentas del publicista Marcos Valerio Fernandes, vinculado al PT y a todas las corruptelas que se denuncian desde hace tres meses.

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