“LE PIDO A DIOS ME PERMITA MORIR CANTANDO”

“LE PIDO A DIOS ME PERMITA MORIR CANTANDO”

El cantante y locutor Roberto del Castillo dijo a ¡Alegría! que siempre le ha pedido a Dios que le permita morir haciendo lo que más le gusta, cantando o presentando en la televisión.
Sus inicios en la pantalla chica, cuando Ramón Colombo dirigió el canal 4, fue como un sueño hecho realidad. Luego hizo un “diplomado” en el tradicional espacio “El show del mediodía”, y ahora conduce “El súper poder” de lunes a viernes por Súper Canal 33.
Su otra pasión es la música, el canto. “Todo el tiempo en muchos países me preguntan que si soy hijo de Johnny Ventura, por todos los años que he estado junto a él. Entre nosotros hay un trato muy especial, de padre a hijo”, dijo el artista.
“En esto de cantar comencé con él. Es un compromiso espiritual, de padre e hijo, de hermanos. Entre nosotros no hay contrato. Lo nuestro es un acuerdo verbal, como hacían nuestros abuelos”.
Del Castillo precisó que apoya a Johnny en todo. “Desde que tengo uso de razón estoy viendo a ese moreno a mi lado”, bromeó el cantante y comunicador.
Fiel a Ventura. “Yo le digo a la gente que tengo más tiempo al lado del Caballo que sus propios hijos, porque nos hemos pasado toda una vida de gira. Vi a esos muchachos, a su hijos, entre 3 y 7 años”, añadió.
Roberto asegura que tiene más tiempo con el Combo Show que lo que duró con su padre, porque llegó un mozalbete “y mira cómo estamos. Siempre digo que Johnny Ventura es el ADN del merengue”.
“He visto desfilar a muchos cantantes por el Combo Show, entre ellos Octavio Polanco y mi compadre el fenecido David Santiago; ya más adelante pasaron Orlando Penn (fallecido), Robert Jeandor, René Solís, Michel “El Buenón”, Johnny Vargas y Eddy Quiroz”.

Lo tentaron varias veces. “Muchas veces me han tentado para hacerme una orquesta y he recibido ofertas de agrupaciones establecidas en el país y fuera, pero entendía que conocí el mundo con Ventura y se me abrieron muchas puertas estando a su lado”, indicó.
“Muchas de esas propuestas las vi con la intención de debilitar al “monstruo”. Recuerdo que fuimos los primeros merengueros en el famoso Festival de Viña del Mar. En Texas nos presentamos con el Gran Combo, donde el merengue no había llegado, al igual que en otros puntos importantes de Estados Unidos”. Del Castillo agregó que con el Combo Show conoció muchos países de Sudamérica, donde tenían que enseñarles los pasos del merengue a las mujeres para que pudieran bailar, al igual que en las islas de Martinica, Aruba, Bonaire, Curazao, San Martín y muchas otras.
Anécdota. Roberto cuenta lo que le sucedió en una ocasión en la comunidad de Miches, en los tiempos en que comenzaba con Johnny Ventura, con la finalidad de que los jóvenes talentos se cuiden de las cosas que pueden decir en un momento determinado.
“Es la única vez que Johnny se enfureció conmigo. Sucede que yo estaba haciendo un cuento de los llamados colorados en la cocina de un restaurante y en el sitio estaba la alcaldesa hablando con Ventura, cuando de repente escucho esa voz que me dice ‘Roberto del Castillo, aquí hay una dama que lo está escuchando’. Eso me marcó tanto que duré tres días sin querer verle la cara a Johnny, de la vergüenza que sentí”.
Confía en el merengue. “Soy quien más confía en el merengue. Es la identidad de todos los dominicanos en cualquier parte del mundo. Cuando llego a un país la gente dice ‘eres de República Dominicana, de donde es el merengue’. Por eso yo creo en nuestro género”.

Los jueves de Meridian. Sobre sus presentaciones con una súper orquesta todos los jueves en Meridian Events Center de la avenida Bolívar en la capital, Roberto del Castillo dijo que esa idea de Néstor Caro ha sido maravillosa, porque los dominicanos necesitaban un lugar donde bailar merengue. “Por eso estamos con La Gran Banda todos los jueves en Meridian Events Center, para que la gente se divierta con nuestro ritmo”.
“El que se quiera dar un momento de buena música y excelente comida puede acompañarnos una vez a la semana en este sitio que se ha convertido en la casa del merengue en la avenida Bolívar”, dijo a modo de invitación.
En televisión. Roberto conduce por televisión el programa “El súper poder” cada día en horario de 12:00 a 2:00 de la tarde porque es un apasionado de la comunicación. “Me gusta lo que estoy haciendo, alegrar y ayudar a la gente, quiero ser una fusión entre Jochy, Freddy y Corporán. Me gusta la televisión social, dejar una impronta a las nuevas generaciones”.

Una promesa. Religiosamente va el primer sábado de cada mes a la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, en Higüey. Es devoto de la Virgen, algo que viene de su abuelo.
Contó a ¡Alegría! que siendo niño cantó con el coro de Hato Mayor, su pueblo, cuando fue inaugurada la Basílica en 1970. “Eso también me marcó”.

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