La madre María Teresa de Calcuta, hoy Santa, fue una misionera católica, nacida en Skopje, Yugoslavia (hoy Macedonia) el 26 de agosto de 1910, bajo el nombre de Agnes Gonxha Bojaxhiu.
Enfocó sus esfuerzos iniciales en los niños pobres que hallaba en las calles, enseñándoles a leer y a cuidarse por sí mismos.
Fue una de las personalidades más importantes del siglo XX, fundó su propia congregación en 1950, las Misioneras de la Caridad, y durante más de 40 años consagró su vida a los pobres y los enfermos, obteniendo en 1979 el Premio Nobel de la Paz.
Por eso, hoy te presentamos algunas de las frases más emblemáticas de esta santa:
1. «Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido».
2. «Jamás he visto que me cierren una puerta. Creo que eso ocurre porque ven que no voy a pedir, sino a dar».
3. «Hoy en día está de moda hablar de los pobres. Por desgracia no lo está hablarle a ellos»
4. «A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar del sufrimiento, pero el mar sería menos si le faltara esa gota»
5. «De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo”.
6. «Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal».
7. «El amor, para que sea auténtico, debe costarnos».
8. «El silencio nos proporciona una visión nueva de todas las cosas».
9. «Para que la oración sea realmente fructuosa, ha de brotar del corazón y debe ser capaz de tocar el corazón de Dios».
10. «Nuestras acciones sólo pueden producir frutos, cuando son expresión verdadera de una plegaria sincera».
Un poco de su vida
Sus padres, Nikola y Dronda Bojaxhiu, eran albaneses que se afincaron en Skopje poco después de empezar el siglo. Dado que su padre era copropietario de una empresa constructora, tuvo una infancia acomodada.
En 1928 decidió convertirse en monja y viajó a Dublín, Irlanda, para unirse a las Hermanas de Loreto, una orden religiosa fundada en el siglo 17.
En Mayo 24 de 1931 tomó el nombre de Teresa en homenaje a Santa Teresa de Ávila, una monja española del siglo XVI.
En 1979 recibió su más grande lauro: el Premio Nobel de la Paz. La madre Teresa aceptó todos estos premios en nombre de los pobres, usando cualquier dinero recibido para fundar sus centros. Para 1990, más de 3000 monjas pertenecían a las Misioneras de la Caridad, ocupándose de centros en 25 países.
El 5 de septiembre, su vida terrena llegó a su fin. El Gobierno de India le concedió el honor de celebrar un funeral de estado y su cuerpo fue enterrado en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad.
Fue beatificada por San Juan Pablo II el 19 de octubre del 2003. Y canonizada 13 años después por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro el 04 de septiembre del 2016 dentro de la celebración del Jubileo de los voluntarios y operarios de la misericordia.