Saber interpretar las etiquetas de los alimentos te dará la potestad de escoger más inteligentemente. Por ley (NORDOM 53, Ley General de Protección Derechos del Consumidor No. 358-05, art.84) cada alimento envasado debe tener una etiqueta  con información en español (o el idioma del país donde se comercializa) que sea clara, apegada a la realidad del producto y que diga que contiene el mismo con el objetivo de permitir al consumidor elegir conscientemente.  También debe indicar las fechas de elaboración, vencimiento, datos del fabricante, lote, registro sanitario, pais de elaboración, distribuidor, etc.

La información básica que debes buscar en ella es:

1. Tamaño de porción (Ej. ¼, ½, 1 Taza) y número de porciones por envase.

2. Cantidad de calorías en cada porción.

3. Contenido de macronutrimentos (hidratos de carbono, proteinas y grasa) que contiene en gramos y en porcentaje de recomendaciones diarias (generalmente tomando como referencia dieta de 2000 calorías).

Igualmente nos informa la cantidad de fibra, azúcar total y añadida, sodio,  vitaminas y minerales.  Las grasas se desglosan indicando la grasa total, grasa saturada, grasas trans y colesterol.  Por lo general cualquier componente que esté en un 5% o menos se considera que está en poca cantidad.  Cualquiera que esté en mayor porciento está elevado aunque también existen excepciones.

Algunos ejemplos de esto: Si un producto tiene mas de 5% de grasas saturadas, colesterol, grasas trans, sodio, o azúcares añadidos, probablemente no deberíamos escogerlo.  Si se trata de fibras, vitaminas o minerales generalmente no importa el porciento sea mayor,  ya que estos nutrientes son deseables. 

Además de los datos nutricionales también la etiqueta debe contener el listado de los ingredientes.  El orden en que aparecen los ingredientes es de mayor a menor concentración por lo que el primero que se menciona es lo que mas contiene el producto y el último es lo que menos contiene.  Por lo general, mientras menos ingredientes mejor.  Importante vigilar los ingredientes artificiales, colorantes, preservantes, azúcares en sus diversas presentaciones (Ej. Sirop de maiz alto en fructosa (high fructose corn syrup). Preferir los alimentos que no tengan azúcares añadidas.

No quedarnos con la etiqueta frontal ya que generalmente se emplean estrategias de mercadeo que tienen como finalidad atraer al consumidor. En la etiqueta posterior si es necesario poner todos los detalles del producto por lo que esa es la que debemos estar confrontando aunque nos tome un poco mas de tiempo realizar las compras.  Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: sodonuclim@gmail.com / @sodonuclim