INDEPENDENCE, Ohio.   Dos de los embajadores más jóvenes de la NBA, Dwight Howard y LeBron James tienen sonrisas contagiosas, buen sentido del humor y un enorme gozo cuando juegan. En una liga llena de impresionantes atletas, estos dos se destacan como fenómenos físicos.

Howard y James se han conocido durante años. Ambos fueron primeras selecciones de la lotería como adolescentes, y jugaron el verano pasado en el equipo que ganó el oro olímpico en Beijing.

Y ahora están a punto de chocar. Cuando el Orlando Magic y los Cleveland Cavaliers se enfrenten este año en la final de la Conferencia Este, que comienza el miércoles, todas las miradas se centrarán en Howard y James, las estrellas que han elevado su nivel y liderando a sus equipos a nuevas alturas.

«Nosotros trabajamos muy duro antes de la temporada, y estamos felices de estar en esta situación ahora», dijo James después de las prácticas el lunes.

El arribo de Orlando a la final de la conferencia fue prácticamente algo de magia. Al destronar al campeón defensor Boston el domingo ganando el séptimo juego de su serie, el Magic se convirtió en el primer equipo en 33 intentos en superar una desventaja de 3-2 ante la franquicia de más laureles en la liga. Howard anotó 12 puntos, atrapó 16 rebotes y bloqueó cinco tiros en el 7mo juego.

La sorpresiva recuperación de Orlando comenzó luego que Howard criticase a su coach Stan Van Gundy después  5to partido.