La reciente encuesta GALLUP-HOY arroja resultados aleccionadores a “reformistas de corazón”, como reza nuestro himno, y a gobernantes: Apunta hacia la extinción a que está siendo llevado el PRSC por sus administradores con negativas repercusiones para el equilibrio democrático y suerte de la nación. A contrapelo evidencia que Balaguer, forjador del reformismo, es el político más admirado como  consecuencia de criterios, formas y resultados de gobernar.

La extinción del PRSC llevada por los administradores de sus recursos – infraestructura, financieros, humanos, etc. – queda evidenciada al omitir al partido y sus dirigentes como opción presidencial para el 2016, como si ya no existiéramos ni significáramos nada. Y por  preferencias inferiores al 5%, parámetro tradicionalmente limítrofe entre partidos mayoritarios-minoritarios.

La ficción de un buen desempeño electoral reciente ha quedado pues, desenmascarada. Demuestra que los votos colorados no eran reformistas, por lo que ya no es posible seguir argumentándolo como exitoso como han querido hacer creer los administradores del partido. Tampoco será posible seguir prevaliéndose de un supuesto PRSC mayoritario para obtener u mantener prebendas gubernamentales.

La valoración personal de cada dirigente reformista ha quedado pues, depreciada; afectando la insignificancia indicada, el mantenimiento en cargos  de quienes entienden el ejercicio partidista como medio para disfrutar mieles gubernamentales. E igual y lamentablemente afectada las legítimas aspiraciones futuras de millares de dirigentes dispuestos a someterse al escrutinio electoral como vía para dedicarse al servicio de la nación.

A contrapelo de este panorama, la encuesta patentizó a Balaguer como el político más admirado, a pesar de los denuestos constantemente lanzados en su contra, incluidos recientes. Lo es por sus políticas socio-económicas y por sus atributos: realizador y ejecutor, sensibilidad y responsabilidad, firmeza y preocupación; no como un estadista virtuoso en términos libertarios, habida cuenta las circunstancias de emanación y desempeño de sus gobiernos.

La encuesta evidencia que aquellos atributos del estadista son más estimados que el populismo apoyado en verbos incendiarios incapaces de cohesionar proyectos de gobernación o en zigzagueantes discursos pseudo-revolucionarios o en retóricos-demagógicos que solo han servido para servirse del poder a quienes lo ostentan.

Finalmente la encuesta asocia al Presidente Medina con Balaguer al ser los más admirados en función de donde se encuentren. Durante años muchos políticos han pretendido parecerse o relevar a Balaguer sintonizado con una ciudadanía procurante de un “Balaguer Joven”. Lamentablemente se han concentrado sin lograrlo en formas y mañoserías, no en sustancia de gobernar con dedicación única para ejercer el poder en búsqueda de una Patria Justa para Todos. 

Ojalá y el Presidente Medina haga honor a esta aproximación que no ha procurado, pero le ha conferido la ciudadanía.