Lecciones de Finlandia

Lecciones de Finlandia

JOSÉ ALBERTO ORTIZ B.
Durante los últimos dos años, tuve el honor de representar a la República Dominicana en calidad de funcionario diplomático ante los gobiernos de la región nórdica de Europa, la cual abarca las naciones de Suecia, Finlandia, Noruega e Islandia. Los cinco países presentan historias entrelazadas por el éxito político, económico y administrativo. Sin embargo, el caso más llamativo de todos es el de Finlandia. Un reporte de la agencia internacional Transparencia Internacional colocó a Finlandia como el país menos corrupto del mundo por tercer año consecutivo. Asimismo, un estudio del Foro Económico Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció por segundo año seguido que la economía de Finlandia es la más competitiva del mundo.

Este éxito ha sido logrado en menos de 60 años, pese a ser un país de apenas 5.2 millones de habitantes, distribuidos en un amplio territorio de 338,145 kilómetros cuadrados, cubierto mayormente de bosques. Asimismo, Finlandia es un país que en 1945, al término de la Segunda Guerra Mundial, estaba totalmente devastado y con su economía quebrada. Sin embargo, la determinación y férrea voluntad de sus líderes, encabezados por Urho Kekkonen, quien presidiera los destinos del país desde 1956 hasta 1982, sentó las bases para que Finlandia se elevara a un nivel de desarrollo asombroso para un país pequeño y con apenas 87 años de vida independiente.

Asimismo, en 1990, cuando el gigante soviético, que respiraba en el mismo cuello de Finlandia por su condición de vecino, colapsó, Finlandia sufrió la mayor crisis económica de su historia, ya que la antigua Unión Soviética era su principal socio comercial. Los gobiernos de derecha que sucedieron a los de Kekkonen iniciaron una serie de reformas radicales que transformaron la sociedad finlandesa en todas las áreas. Pero la reforma más importante fue la mudanza de una economía basada en la ganadería y las exportaciones de madera a una economía fundamentada en la producción y desarrollo de las nuevas tecnologías de la información. Nokia, actualmente el líder mundial en ventas de teléfonos móviles, es de origen finés y representa por sí sola un cinco por ciento de la economía de ese país.

Sin embargo, la razón principal de por qué Finlandia presenta hoy la economía más competitiva del mundo se debe a la honestidad de sus funcionarios públicos y a las reglas claras con que se manejan los componentes del sector privado, el cual provee más del 80 por ciento de los empleos en Finlandia.

A nuestro juicio, algunos de los factores que han llevado a Finlandia a constituir la sociedad más honesta y transparente del actual siglo XXI.

1.- Sociedad igualitaria.

2.- Niveles adecuados de salario.

3.- Financiamiento público de los partidos políticos. El Estado financia la existencia y actividad de los partidos políticos, limitando las donaciones privadas que estos reciben, obligando a los partidos políticos a conducirse dentro de los límites establecidos por el presupuesto general de la nación.

4.- Funcionarios públicos de carera dirigiendo ministerios. Existe un respeto a la carrera administrativa en Finlandia y un sistema de ascensos que permite a un funcionario de carrera ascender a los más altos puestos de dirección. Las designaciones de carácter político son prácticamente inexistentes y es muy normal no ver a políticos dirigiendo ministerios o secretarías de Estado.

5.- Cultura de transparencia y apertura. Todos los diarios y registros de la administración pública finlandesa son públicos y están sujetos al escrutinio de los funcionarios públicos, los ciudadanos y la prensa.

6.- Canciller de Justicia y Defensor del Pueblo. Ambas posiciones las ocupan dos de los más destacados juristas finlandeses. Son  nominados por el presidente y aprobados o rechazados por el Parlamento, sin embargo, las leyes que crean ambas posiciones les otorgan plena independencia y amplios poderes en el ejercicio de sus funcionarios.

7.- Sistema de decisiones colegiadas. En la administración pública, las decisiones no son tomadas por una sola persona. Las mismas son tomadas por cuerpos colegiados de decisión, lo que dificulta el trabajo de los corruptos.

Estas son sólo algunas de las razones que han llevado a Finlandia a ser el país menos corrupto del mundo. La República Dominicana emerge actualmente de una de las peores crisis económicas en su historia, igual que la Finlandia de 1990. La presente oportunidad es la mejor que tiene el país para transformar los esquemas que tradicionalmente han regido nuestras instituciones. Reformas profundas al estilo de las finlandesas cambiarían la baja calificación que recibimos en los índices de corrupción de Transparencia Internacional y llevarían a nuestra economía, de por sí competitiva a nivel regional, a ser una de las economías más competitivas del mundo. La sociedad dominicana clama por cambios radicales. Es hora de hacerlos.

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