Lecciones de la historia

Lecciones de la historia

Tratando de evitar el ciclo recesivo de 1929 que se prolongó hasta 1933, el FMI cambió su clásica receta de política para enfrentar la crisis que se inicia en 2007 y que se mantiene. Aconsejó no detenerse en déficits, los excesos debían financiarse con deudas. Se auxilió en el análisis de los historiadores económicos, en el sentido de que Hoover motorizó la recesión profunda de 1930, cuando con aumento de impuestos y reducción de gastos intentó equilibrar el presupuesto, reduciendo el consumo privado. El cambio de política no ha dado los resultados esperados, el mundo se mantiene en la frontera de la recesión con proyecciones desalentadoras.

La caída que se espera en el producto y en el empleo es más pronunciada en países que acumularon déficits y deudas que ahora no pueden pagar. Es como culpar al FMI por sus malos consejos, parece no interpretó la historia de manera correcta, para su nueva política siguió “literalmente la historia”. Los hechos de ambas crisis podrían tener elementos comunes, como la burbuja inmobiliaria, los déficits, la falta de supervisión y regulación bancaria, pero diferente es la interpretación.

 Las proyecciones hacia la baja implican retroceso. En términos de ingresos y según el FMI, un país es desarrollado cuando su PIB per cápita supera los US$17,000. En el 2011 el de nosotros era de US$5,538.30 y en América Latina todos estamos muy retrasados. México (US$13,900) y Uruguay (US$13,700) los adelantados, Haití (US$1,200) y Nicaragua (US$3,000) en la cola. Si anualmente crecemos 6%, en 12 años duplicamos el PIB per cápita, tardando 18 años y medio (en el 2030) para llegar a US$17,000. Podríamos adelantar la fecha para el 2024, pero se necesitaría triplicar las exportaciones para crecer 9%,  con lo que logramos duplicar el PIB per cápita en ocho años.

El problema es que para gastar sin control el gobierno de Leonel se llevó de las recomendaciones del FMI, acumuló déficits por todas partes y se endeudó hasta la coronilla. Ahora el Organismo Internacional cambia de política, exige superávits para reducir el endeudamiento y pagar los intereses de la deuda, razón por la que  proyecta el crecimiento en 4.5%. A ese ritmo tardaríamos 16 años para duplicar el PIB per cápita y 24 años medio para calificar como desarrollado, hablamos del 2036. Implica que no será posible cumplir la promesa de crear 500 mil plazas de trabajo en los próximos cuatro años, anualmente 125 mil puestos, porque la economía debería crecer 7.5% anualmente, lo que está fuera de nuestro alcance según el FMI.

Creciendo 4.5% la economía crearía 75 mil plazas de trabajo, la mayoría informal. Se necesitarían fórmulas alternas para completar la diferencia de 50 mil plazas de trabajo. Sería necesario hacer crecer la productividad en los sectores medios y bajos de la sociedad, lo que implicaría capacitarlos para que aprendan a ganarse la vida. Se reduciría la brecha de ingresos entre ricos y pobres, empresarios grandes y pequeños. Se necesitaría garantizar el crédito, pero la buena noticia es que tenemos la fuente, los fondos de las AFP, que en lugar de estar ganando comisiones en el BC y en los bancos comerciales, deberían financiar la creación de empleos.

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