Lecciones de Noel

Lecciones de Noel

ATAHUALPA SOÑÉ M
El hombre es el vivo mejor dotado de todos aquellos que comparten el habitad del planeta, pues de todos los elementos que forman parte de su constitución físico y orgánica, puede colocar por encima de ello, la voluntad personal a través de la cual impone pruebas todas aquellas facultades que le hacen merecedor de ser el dominador por excelencia de la escala de la cual forma parte integral.

Las constantes y permanentes situaciones lo hacen adquirir aprendizajes reflejos a una velocidad difícil de ser predictiva, la cual se perfila en grados de acentuación cuando en el marco de su cotidianidad se producen las impronta aún menos predictivas de situaciones que logran quebrantar todo el marco de la estructura habitual.

Sabemos y estamos conscientes de la permanencia de males sociales tales cual son: la drogadicción con todas sus interrelaciones. Los homicidios con todas las gamas de elementos que le hacen ser extensibles. El alcoholismo con una constante creciente en el plano local e internacional. El vandalismo con expresiones delincuenciales en todas las direcciones de nuestra geografía, con toda una gama de enfoques hacia sectores juveniles, familiares, comercial; en fin, de grupos de todos los niveles.

Pobreza, prostitución, insalubridad, corrupción, carencia educacional, tráfico de personas, maltratos, en fin toda una larga cadena de males cotidianos con todos los agregados posibles en grados y proporciones que ni siquiera logramos imaginarnos.

Con todos esos elementos gravitando en nuestra sociedad, nos pasamos los días y las noches, convivimos con ellos, hacemos cuanto nos resulta posible por hacer menos dolosa dicha cotidianidad y al final de cada jornada cada quien se retira a su recodo, para recabar fuerzas y así dar paso a un nuevo día.

Con lo que no podemos hacer planes y establecer «estrategias» es con los fenómenos naturales, los cuales afectan a toda la población sin distinción de clases, estatus, parcels, intenciones, cargos, lugares, capacidades, conciencias y todos los etcéteras que se le puedan adicionar, tal como nos lo han mostrados los consabidos fenómenos albergados en el marco de las temporadas ciclónicas, cuyo papel protagónico nos ha presentado ahora la tormenta Noel.

Evidentemente que las estructuras que sostienen nuestra fortaleza social poseen vicios y debilidades frente al combate de lo cotidiano y esto tampoco ayuda. Sin embargo, si pudiéramos contar con aspectos que ofrezcan cierta solidez en esas mismas estructuras sociales ya mencionadas, por cada una de las parcelas de incumbencia (Salud, Educación, Justicia, iglesias, comercio, etc., etc.) las consecuencias de los fenómenos naturales van a llegar y van a causar problemas, pero al menos estaríamos con una mayor conciencia y formación, además de restarle fortaleza a todos los males y vicios que a diario nos ocupan tiempo y recursos para hacerles frente.

Nuestro lugar, posición y destino geográfico es el que tenemos y nada hará cambiar esa realidad. En dicho sentido, debemos hacer conciencia de que todo lo que resulte propio de la zona geográfica a la que pertenecemos, debemos conocerla y educar, concientizar sobre las mismas; con esto ganamos el triunfo, será una suma de batallas contra la ignorancia.

Sin entrar en detalles específicos, todas las demás islas del Caribe y zonas vecinas sufren los embates de fenómenos de esta naturaleza, con una significativa atenuante: tienen la debida conciencia, formación e información sobre la situación, lo cual permite y facilita una mejor adecuación ante la naturaleza del fenómeno. Esto sin lugar a dudas, nos hace falta a nivel de nuestra desafiante población que tiende a minimizar los embates de la naturaleza cuando los mismos nos tratan con menor crudeza o benevolencia.

Debemos colocarnos en el lugar justo que nos corresponde como líderes ocupacionales del planeta y hacer de nuestro patrimonio geográfico, un lugar en donde aún la solidaridad humana prevalece en situaciones que detienen todo tipo de actividad para consagrarse a la noble tarea de acudir en ayuda de aquel que más la requiere y necesita.

Estas pueden resultar ser parte de la puesta en marcha de nuestras facultades, que no hacen merecedores de ser dominantes en la Escala Filogenética. Aprendamos de Noel y hagamos la ejercitación de constituirnos en multiplicadores, así garantizamos y preservaremos más vidas. Aprendamos de No-El.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas