Lecciones vitales de la crisis flash que estremecieron  economías

Lecciones vitales de la crisis flash que estremecieron  economías

Michael Mackenzie 
 New York

El año pasado, en el curso de los reportes acerca de cómo los negocios de comercialización de acciones se ha vuelto un bastión de alta tecnología, en ciertos momentos yo he ponderado una preocupante comparación.

Justo como muchos banqueros expresaron confianza acerca de sus controles de riesgo antes de que surgiera la crisis financiera en el 2008, así los científicos de las acciones fueron rápidos en asegurarme que la nueva forma de comercialización de acciones era segura.

Yo soy rápido en apreciar los beneficios de comisiones más bajas gracias a una mayor competencia y ciertamente el mercado parece más justo que los días en que el show era desempeñado desde el piso de la Bolsa de New York (NYSE por sus siglas en inglés), ascendiendo en ese entonces a cuatro quintos de volumen diario.

Excepto que, cuando una acción baja desde US$40 hasta comerciarse a un centavo, lo cual fue lo que sucedió al consultar a la compañía Accenture entre otras, durante 20 minutos de notable crisis de Wall Street el 6 de mayo, tal vez los críticos tienen un punto acerca del riesgo de que los computadores se vuelvan locos. Sólo una semana más tarde, la causa de la “crisis flash”, donde en el espacio de esos 20 minutos, las acciones cayeron y rebotaron, todavía queda como un misterio.

No obstante, circulan los comentarios de que un algoritmo o “algún” programa de computadoras que dominaba la comercialización de esos días, puede haber explotado un mercado ya nervioso aumentando las acciones y luego comprarlas de vuelta a precios mucho más baratos.

Por su parte, las bolsas electrónicas rivales, las firmas de corretaje de alta tecnología y la Comisión de Valores e Intercambio (SEC, por sus siglas en inglés), rápidamente recomendaron disyuntores uniformes para las acciones individuales. Estos son diseñados para calmar la comercialización en periodos de alta volatilidad.

No obstante, tales operaciones fueron implementadas durante la crisis flash en el piso de la NYSE, el cual ahora asciende a menos de un cuarto del volumen diario en sus compañías listadas. Como Accenture y Procter & Gamble, cuyos precios bajaron por un 37% en un punto, estuvieron sujetas a los disyuntores del piso, la venta fluida de órdenes a otras plataformas electrónicas.

Pasando al piso de la NYSE, cuando estos golpes operacionales sean permitidos bajo las actuales normativas y suceda frecuentemente cuando haya una intensa rivalidad competitiva entre las bolsas.

Últimamente, las bolsas electrónicas incluyendo el propio sistema Arca de la NYSE, fueron forzadas a cancelar miles de comercializaciones erróneas mientras el piso de la NYSE saliera ileso.

Más allá  de la pregunta de si las operaciones del piso de la NYSE exacerban la venta, lo que está claro es que las operaciones de comercialización a través de todas las sedes se requieren cuando la liquidez se ha vuelto muy fragmentada.

Ciertamente, los algoritmos golpearon justo a la altura de la liquidación y rápidamente empujaron los precios de vuelta hacia arriba, pero ese tipo de comportamiento difícilmente expresa la imagen de un mercado disciplinado.

La gran lección es que un mundo de sistemas de comercio puramente automatizado no puede valorar las acciones certeramente en una viciosa corriente descendente. Se necesita un “tiempo fuera” para poder combatir el peligro de enormes órdenes de venta apilándose y refrenar el mercado. Cierto límite sobre una orden de venta del mercado derivada de los anteriores precios de venta seguramente mitigaría las comercializaciones erróneas. Es interesante denotar que el piso de la NYSE, a pesar de ser visto como una reliquia histórica por rivales, todavía comanda casi todo el volumen en sus acciones listadas, tanto en la apertura como en el cierre del día comercial.

El piso mantiene subastas para los precios de las acciones mientras los flujos de liquidez para la bolsa, en orden para facilitar adecuadamente en estos tiempos de frecuente volumen pesado.

Entonces mientras la liquidez se dispersa a través de muchas otras plataformas de comercialización, hay claramente un rol para cierto tipo de elemento humano en las comercializaciones de acciones en tiempos cruciales.

Cualquier movimiento por parte de la SEC para restringir las normativas comerciales para los comerciantes de alta frecuencia, quienes colocan precios y ejecutan comercializaciones en micro segundos, pueden bien beneficiarse del modelo de piso.

La tecnología ha traído muchos beneficios al comercio de acciones pero ha llegado el tiempo de que el péndulo cambie un poco.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA

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