Verstappen, de 26 años, que encabezó sendos ‘dobletes’ junto a Checo para la dominante escudería austriaca en Baréin y en Arabia Saudí, espera ganar mañana.
El monegasco Charles Leclerc (Ferrari) fue el más rápido ayer en la jornada de entrenamientos libres para el Gran Premio de Australia, el tercero del Mundial de Fórmula Uno, que se disputa en el Albert Park de Melbourne- un circuito semiurbano en el que los españoles Carlos Sainz (Ferrari) y Fernando Alonso (Aston Martin) marcaron el tercero y el quinto tiempo, respectivamente; y el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), el octavo.
Leclerc logró el mejor crono de la jornada en la segunda sesión, en la que todos marcaron sus vueltas rápidas -con el neumático de compuesto blando- antes de simular carrera; y en la que los dos pilotos de Ferrari hicieron un sandwich con el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), triple campeón mundial y líder del campeonato, que se inscribió segundo en la tabla de tiempos.
El piloto del principado de la Costa Azul cubrió los 5.278 metros de Albert Park en un minuto, 17 segundos y 277 milésimas, 381 menos que Verstappen -ganador de las dos primeras carreras, en Baréin y Arabia Saudí- y con 430 sobre Sainz, que retornó a pista después de haberse perdido la última prueba, en Yeda, a causa de una apendicitis.
Después de las dos primeras pruebas con muchas turbulencias fuera de pista, la calma ha llegado -al menos aparentemente- en el tercer Gran Premio del año, en Melbourne, donde parece que ha apaciguado la guerra interna de Red Bull y la FIA (Federación Internacional del Automóvil) anunció que exoneraba de responsabilidad alguna a su presidente, el emiratí Mohammed Ben Sulayem.
Verstappen, de 26 años, que encabezó sendos ‘dobletes’ junto a ‘Checo’ para la dominante escudería austríaca en Baréin y en Arabia Saudí, manifestó su intención de cumplir el contrato que le une a los toros rojos hasta 2028, rebajando el nivel.