Lectura de una semana

Lectura de una semana

 Fue generalizado el sentimiento de estupor y rabia en la de  sociedad dominicana, cuando el  pasado 16 de agosto el presidente Medina anunció de los miembros de su gabinete, porque ese equipo era y es esencialmente, el mismo del gobierno anterior. De nuevo, varios hechos acaecidos la semana pasada llenan de indignación a esta sociedad contra el gobierno de una corporación económico/política que se nutre, fortalece y reproduce política y económicamente a través de la corrupción.

El más escandaloso de todo, es la transacción ilegal e inconstitucional que en nombre de Estado hace el presente gobierno  con varios estafadores del bien público, que través de unos títulos de propiedad debidamente probados como falsos, reclaman para ellos la legitimidad de unos terrenos públicos de alto valor en una zona protegida. La entonces Abogada del Estado, Picki Lora, de probada trayectoria de lucha por los mejores intereses de este país estableció el carácter doloso de la adquisición esos bienes, que ahora pretende legitimar este gobierno.

Al tiempo de condenar esa transacción del Estado con malhechores, Laura Acosta, talentosa abogada hija de la doctora Lora, pruebas en mano, denuncia que el pasado gobierno vendió  a extranjeros y nacionales varios solares frente de la playa que se comunica con Bahía de las Águilas a precio de vaca muerta, seis dólares el metro (241 pesos).

Coincidiendo con esas denuncias, se hace público que el ex presidente Fernández se juramentará como diputado de esa entelequia refugio de muchos vividores de los recursos públicos y de presidentes acusados de corrupción que llaman Parlacen, al tiempo de pedir cuarenta años más de poder para su partido, a partir del 2016. 

También, en esa semana la dirección de prensa llama a Palacio a los principales periodistas al servicio del gobierno, para que de la defensa de la venta del patrimonio nacional en Pedernales hagan una cruzada nacional. Concluyendo la semana, el gobierno anuncia que entregará el local del PRD al grupúsculo de Miguel Vargas, tomado por las bases de ese partido y luego entregado a Policía Nacional por la dirección del grupo mayoritario de esa colectividad, con la condición de que no fuera entregado a ninguna de las partes en pugna.

Esos hechos no son casuales. Ningún gobierno vende un patrimonio nacional en condiciones tan desafiante y afrentosas sin hacer un cálculo de riesgo: Lo hace porque se siente suficientemente consolidado para desafiar la ira popular de esa escandalosa ación y porque con los beneficios pecuniarios de ese acto que tipifica como de corrupción, es como el grupo que lo sostiene ha hecho fortuna y carrera política. Razones no le faltan, desde ese punto de vista. No creo que haya un país donde la oposición sea tan ineficaz como éste, tan poco generosa y tan sectaria.

El partido/corporación ha comprado la franquicia del principal partido opositor, mientras que diversas franjas de los otros, regodeándose en su pequeñez y mojigatería se mantienen aisladas en sus acciones e iniciativas opositoras, determinando una sustancial ineficacia de toda forma de oposición, no importa dónde ni cómo se hagan. Eso explica, en parte, los desafíos y hechos del gobierno en esa semana. No otra cosa.

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