Lecturas del triunfo de Evo

Lecturas del triunfo de Evo

POR MARTHA PÉREZ
La historia de los pueblos que en el mundo luchan por lograr y/o mantener su soberanía e independencia, unos, por libertad otros, por una verdadera democracia otros tantos, por reunificación, y por una vida de progreso, bienestar y desarrollo algunos más, aunque parezcan luchar por propósitos  diferentes, tiene en común una profunda aspiración de alcanzar la paz.

Es una historia con muchos capítulos escritos, que transitarlos en el tiempo, cabalgando en medio de la conjugación de importantes acontecimientos, diferentes por sus procedencias, protagonistas y resultados, así como por las coyunturas y circunstancias en que se han producido, resultarían como muy propios y característicos de realidades particulares y aislados del contexto global que en los aspectos político, económico y cultural está guiando como brújula el devenir de la humanidad. Pero esa historia es como un gran manto tejido en que cada “punto de cruz” o enlace de “cadenetas” del fino hilo se constituye en una muestra de que la humanidad está expresando y comenzando a saciar una sed de cambios que invierta la correlación de fuerzas y los menos favorecidos de siempre vean la esperanza de satisfacer sus necesidades presentes y futuras.

Es natural que de estos procesos de cambios que se registran en el transcurrir de nuestra historia se deriven varias lecturas, en las que incluso, se incube la duda, el pesimismo y la crítica gratuita, porque hasta la corrupción, el narcotráfico, la violencia de todo tipo, parecieran estar globalizándose junto con la pobreza y la desigualdad. Por eso, el liderazgo político de estos tiempos que toma en cuenta estos aspectos en su oferta programática-electoral, es tomado en cuenta por las mayorías afectadas por estos flagelos de la descomposición social, política  y cultural. Evo Morales, un indígena de origen aimará, con una reconocida trayectoria de lucha social, aun desde la clandestinidad, es el electo presidente de Bolivia por una votación que sobrepasó el 50%. Entre las  varias lecturas de este acontecimiento, éste dato debiera generar una de las más importantes. La lectura que hacemos de este acontecimiento es, primero, que si Evo Morales mantiene sostenida y en alto la bandera de la lucha por los pueblos indígenas, los obreros, campesinos y agricultores organizados o no; los movimientos sociales y el resto de la sociedad boliviana, estará coronando un liderazgo que seguirá trascendiendo los capítulos de una historia que la humanidad construye hacia la meta del progreso y la paz.

Segundo, ese acontecimiento marca un paso más del trayecto de las fuerzas progresistas que avanzan con pasos firmes hacia la construcción de un nuevo liderazgo político y social en la región latinoamericana y caribeña; pese a algunos nubarrones infortunados y lamentables por demás, como toda realidad y el ser humano que no son perfectos, ese trayecto está marcado por la voluntad de los pueblos y de ese nuevo liderazgo indetenible. Ojalá que en el seno de la sociedad boliviana no fermente la crítica gratuita que generan algunos líderes de  fuerzas políticas cuando pasan a ser oposición, sobre todo, cuando la población votante se manifiesta voluntaria y masivamente. Ojalá que los gobernantes amantes del progreso y de la paz, en el mundo, como lo es el Doctor Leonel Fernández,  expresen su reconocimiento y apoyo a este novedoso Primer Mandatario, cuyo triunfo electoral pasará a la historia republicana de su país como un verdadero acontecimiento; y para Latinoamérica y el Caribe como un paso de avance más en la participación de las fuerzas progresistas en los procesos electorales. Ojalá que lecturas mal intencionadas, sectarias y emotivas, de acá, de allá y acullá, no terminen literalmente con el gobierno de Evo antes de real y oficialmente comenzar. Es un triunfo electoral que ha generado simpatía y buena opinión. Merecidas.

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