Hoy culmina ¡por fin! la catastrófica y decepcionante Era Bush jr., en la que el presidente George Bush jr. endosa a su sucesor, Barack Obama, un legado de caos, con una economía socavada por un déficit superior a los US$700 mil mm, las guerras de Iraq y Afganistán inconclusas, Palestina en un holocausto y enemistado con medio mundo.

Una inversión superior a los US$800 mil mm prácticamente botados en controlar los destinos políticos de Afganistán e Iraq, y los motivos para desatar las guerras en esos dos países; armas de destrucción masiva, guaridas de Al Qaeda, desestimados por el mismo gobernante.

Bush jr. endosa a Obama unas relaciones incómodas con Rusia obteniendo de gobiernos dóciles como Polonia, Rumania, Hungría y Alemania, instalar baterías de misiles apuntando a Moscú; las negativas de Teherán y Piongyand a desmantelar sus programas nucleares; distanciamiento con Cuba, Siria, Venezuela, Nicaragua, Argentina, México, Ecuador, Bolivia.

Una política en suspenso en relación al proceso legal para doce millones de indocumentados; un muro vergonzoso para intentar controlar las migraciones clandestinas en la frontera con México; las ergástulas infames en países europeos, Abu Gheraib en Bagdad, Guantánamo en Cuba, donde están recluidos 248 presos sin acceder a un tribunal, y la Hoja de Ruta del 15-05-03, un documento de perfiles impecables para solucionar el diferendo israelí-palestino, saboteado por él mismo, en aras de mantener un statu quo perjudicial para Israel porque cuando cese algún día el apoyo USA, los países árabes destruirán el hogar nacional sionista.

Ese prontuario apretado expuesto podría ser un imposible de no solo absolver a Bush jr. sino también de clausurar su ingreso al monte Rushmore, donde se perfilan las efigies de Washington, Jefferson, Lincoln y Teddy Roosevelt, en Dakota del Sur, paradigmas para la sociedad estadounidense.