La necesidad de dejar un legado en la vida es parte de lo que el recién fallecido autor norteamericano Steven Covey definió como “cosas fundamentales para la realización humana”. Por considerarlo de interés nacional, compartiré con mis lectores parte del legado del licenciado Marranzini a su paso por la dirección del sector eléctrico dominicano:

Aumentar el déficit del sector eléctrico de 700 millones de dólares que encontró en el año 2009 a 1,238 millones de dólares para el año 2011, o sea, que ahora hay que buscar 538 millones de dólares más que antes. Aumentar la tarifa eléctrica un 30% más con relación al precio encontrado en el año 2009, esto significa que si un cliente pagaba 1,000 pesos por 100 kilovatios hora al mes, ahora debe pagar 1,300 pesos por esos mismos 100 kilovatios hora.  Aumentar la deuda de las EDES y la CDEEE a niveles nunca antes vistos en la historia dominicana, a decir, 800 millones de dólares a los generadores privados, 300 millones de dólares a EGEHID y ETED y por lo menos 30 millones de dólares a los contratistas. Esto sin mencionar las transferencias de fondos hechas al sector, producto de la mala planificación presupuestaria, despojando así, de hasta un 20% de presupuesto a importantes instituciones públicas. Aumentar los gastos operativos de las empresas distribuidoras en más de 32 millones de dólares al año, a pesar de los miles de profesionales y técnicos cancelados durante su gestión. A este prontuario de legados se le agrega el cuestionamiento hecho por medio de notificación al Ministerio Público, relacionado con cierta deuda de una de las empresas privadas del Vicepresidente Ejecutivo de la CDEEE con EDESUR, superior a 108 millones de pesos, de cuya liquidación se solicitan comprobantes. Así mismo, se pide explicación sobre contrato de compra de energía entre Hidroeléctrica Dominicana y la empresa Multiparques, propiedad también del titular de la CDEEE.