Legado doctora de la Cruz es mayor que su muerte

Legado doctora de la Cruz es mayor que su muerte

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

“Hoy es un día muy duro, es un día muy triste porque para aceptar que Carolina se nos fue hay realmente que sacar fuerzas no sé de dónde”, expresó ayer con un hilo de voz cargado de tristeza, la exministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino.

La muerte trágica e inesperada de la neumóloga Carolina de la Cruz no solo ha entristecido de manera profunda a Guzmán Marcelino sino también a médicos especialistas, a sus exalumnos y al director del Departamento Cardiovascular del Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), César Herrera.

De la Cruz falleció ayer tras dos días de internamiento en la Unidad de Quemados del hospital Ney Arias Lora, tras electrocutarse por un cortocircuito al conectar un arbolito navideño en casa de uno de sus colegas y amigos.

El reporte médico, dictado por el director de la Unidad de quemados, Eddy Burgos, indica que la doctora llegó al centro con un 100% de quemaduras en su cuerpo de tercer y segundo grado profundo, además de una lesión inhalatoria que le provocó un shock hipovolémico irreversible, insuficiencia renal aguda y un fallo multiorgánico que le causó la muerte a las ocho de la mañana.

“A Carolina la conocí hace mucho tiempo como una joven colega dedicada y a través de los años pude valorar toda su dimensión como médico, que era totalmente entregada al servicio y lo comprobé antes de llegar al Ministerio de Salud en el 2004, ya que podía contar con ella cuando yo requería de los servicios para algún paciente porque ella no preguntaba si tenían seguro, si podían pagar o si eran pobres, sino que ella inmeditamente estaba dispuesta a resolver el problema, O sea, que muchos pacientes pueden dar testimonios de las características de Carolina”, declaró Guzmán Marcelino, quien también refirió que la doctora fue una excelente directora de residencia médica.

César Herrera, director del Centro Cardiovascular de Cedimat, lugar de labor de la fallecida, indicó que de la Cruz contaba con los tres criterios principales de un médico altamente humanista y capacitado.

“El primero es el conocimiento científico, y era incuestionable la calidad científica de la doctora y su experiencia, con ello también resalto su capacidad docente, su calidad de enseñanza y su dedicación a la academia; el segundo es el trato con el paciente, la doctora llamaba a sus pacientes para felicitarlos por su cumpleaños, una persona que en el manejo con sus enfermos exhibía el nivel más alto de sensibilidad; y el tercero es la parte de la relación con sus colegas profesionales y con los demás del entorno profesional, y ella tenía gran simpatía y al mismo tiempo contaba con sobriedad para sus colegas por encima y por debajo de ella.

Esto es lo que me sale del corazón para Carolina”, expresó el galeno.
Mientras, la viceministra de Salud Colectiva, Ivelisse Acosta, manifestó que Carolina era una mujer brillante de carácter firme, “pero súper apacible y conciliadora. Estoy muy triste”.

Dolor en sus exalumnos. La muerte de la neumóloga también enluteció a sus exalumnos de residencia médica internista.
La doctora Anahí Goicoechea, todavía no podía asimilar el fallecimiento de quien dijo fue su mentora, y se refirió a ella como si aún viviera.

“La doctora Carolina además de ser unos de mis guías y mentora, es como una segunda madre. Tiene una calidad humana increíble, es un ser de luz que creía en nosotros, confiaba en nosotros y siempre nos retaba para dar lo mejor de nosotros”, expresó Goicoechea.

El doctor internista, Pedro Vargas indicó que de la Cruz “era alguien genial que siempre estuvo para todos los que la necesitábamos, ya sea para ayudarnos en lo laboral o darnos soporte en persona. Era un ser humano repleto de buenas cualidades, con un carácter fuerte pero a la vez un ser muy dulce, que siempre nos otorgó el cariño que una madre le da a un hijo”.

Igualmente, su exalumna y médico internista, Bo Ra Choi, expresó que “la doctora de la Cruz fue quien me inspiró a ser internista porque de tan sólo escucharla quería llegar a ser como ella no sólo por sus conocimientos sino por su entrega, atención y pasión en todo lo que hacía”.

Theany Vargas dijo que de la Cruz era grande y sobre todo digna de admirar. “Es increíble como estuvo presente en cada momento retador, difícil o feliz que tuve desde que la conocí. Me demostró que creía y apostaba a mí”.

Paola Piña expresó que “La doctora puede ser vista desde muchas perspectivas, pero para mí la más importante es como madre y amiga. Su forma maternalista de defendernos y sacar lo mejor de nosotros como personas y profesionales era insaciable”.

Desempeño profesional
El centro Cedimat informó que la doctora empezó a trabajar allá en el año 2014 como profesora del Programa de la Residencia de Medicina Interna y que en el 2016 fue contratada como médico internista.

Además, resaltó que por sus méritos en el 2018 fue nombrada directora del área de Medicina, donde dirigía las especialidades de neumología, nutrición, reumatología, entre otras.

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