Legislación de privilegios traba desarrollo Latinoamérica

Legislación de privilegios traba desarrollo Latinoamérica

Arrasar con la legislación de privilegios, de mercados cautivos y barreras contra el libre ingreso que sustenta la desigualdad en América Latina fue la propuesta que trajo al país Alvaro Vargas Llosa, una idea que parte del análisis que ha hecho sobre el origen del atraso que sepulta a la región y condena a la mayoría de sus ciudadanos al subdesarrollo.

Ante un amplio auditorio que integraron intelectuales, diplomáticos, economistas y políticos, el escritor compartió los planteamientos que ha hecho en su libro “Rumbo a la Libertad”, cuya puesta en circulación en el país dio lugar al encuentro organizado por la Fundación para el Desarrollo Integral de la Sociedad (FUDIS), con el apoyo de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE).

¿Por qué, después de tantos esfuerzos, a izquierda y derecha, por vencer el subdesarrollo, América Latina sigue mostrándose incapaz de liberar de la pobreza a una mitad de su población? fue la pregunta con la que el académico peruano convidó al auditorio del Banco Central. Su respuesta la resume en la vigencia que tiene en Latinoamérica un sistema corporativista, mercantilista, privilegiado, en la que un porcentaje de la población está al margen de los beneficios que obtiene una minoría conectada a la economía mundial con gran movilidad social.

Al hacer el inventario de la gran riqueza que tiene la región, incomparable siquiera con muchos otros lados del planeta que exhiben índices de desarrollos descomunales con poblaciones que disfrutan de todos los beneficios de la consolidación económica, Vargas Llosa sostuvo que ha sido, sobre todo, la falta de visión y coraje para dar el giro que se necesita lo que ha impedido que los Latinoamericanos reviertan su historia de pobreza colectiva.

“Si purgáramos  todos aquellos elementos que impiden  el desarrollo de la ciudadanía, del soberanía individual, la cooperación voluntaria entre ciudadanos para organizarse en funciones de los objetivos que decidan, yo tengo pocas dudas de que América Latina despegaría”, dijo el director del Centro para la Prosperidad Global en The Independent Institute, de California.

Lo que sugiere, en concreto, es seguir los pasos que en su momento dieron naciones como Inglaterra, la cual –recordó- eliminó de golpe la gran mayoría de su legislación para hacer posible el despegue económico impresionante que devino con la revolución industrial.

El paso que dio el Reino Unido –apuntó el escritor- se dio por la decisión de una serie de ciudadanos que dejaron atrás el atraso que pendía de la legislación vigente, para pasar de la Edad Media a la Edad Moderna.  Fue un grupo de ciudadanos –acotó- que decidió desatar a una población que estaba impedida, limitada en el ejercicio de sus derechos ciudadanos por un Estado que había intervenido sus vidas.

Porque entiende que en América Latina ha llegado la hora de hacer algo parecido fue que enarboló su idea de impulsar una revolución desde el punto de vista normativo y legislativo más o menos comparables, purgando la vigente “legislación de privilegios, de mercados cautivos, de barreras contra el libre ingreso, de posibles competidores”.

Vargas Llosa sostuvo –a partir de la tesis que desarrolla en su libro- que América Latina sobrevive un sistema corporativista, mercantilista, privilegiado, en la que un porcentaje de la población está al margen de los beneficios que obtiene una minoría conectada a la economía mundial con gran movilidad social.

Para el columnista y comentarista de televisión, América Latina continua atrapada en la especie de círculo vicioso que constituye el populismo, “que regresa cada cierto tiempo”, porque “nosotros no hemos logrado, vencer, derrotar a ese sistema corporativista, mercantilista, privilegiado, redistribuidor de abajo hacia arriba, presidido por una legislación politizada o por el derecho político, como hemos debido hacerlo”.

Con los ejemplos de países de Asia, Oceanía y Europa que lo han conseguido, subrayó que alcanzar el desarrollo ya no es una empresa de siglos, sino que por el contrario, los recursos tecnológicos hacen posible que con la decisión colectiva puesta en ejecución el cambio sea tangible hasta en 15 años.

Mencióno a Irlanda, que tiene la segunda renta per capita de Europa. Un país que veinte años atrás exportaba 30,000 habitantes por año y ahora recibe 50,000 en busca de mejores niveles de vida. Trajo también a colación el fenómeno de España,  que ahora recibe inmigrantes de varios continentes y antes veía salir por cientos de miles a sus ciudadanos en busca del porvenir.

Estonia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Taiwán fueron también citados como ejemplos de la historia de progreso vertiginoso que se puede escribir de un país cuando se ha tomado la decisión colectiva de cambiar las reglas para apostar al desarrollo. Resaltó que la mayoría de estos países ni siquiera cuentan con los recursos naturales que posee América Latina.

“Pero se requiere antes visión política, coraje para tomar decisiones y una reforma integral de las instituciones y las reglas de juego que norman a los ciudadanos”, expresó el escritor, con la advertencia subrayada de que “si tomamos esas decisiones nos vacunamos contra el populismo”.

Junto a Alvaro Vargas Llosa compartieron la mesa principal del encuentro los señores Ventura Serra, director de Occidental de Hoteles en el país; Raul Salgado, presidente ejecutivo de Cenntenial; Pedro Dájer, director de FIDUS; Dino Menicucci, director de EPS, e Ibán Campo, director de Comunicaciones de FUNGLODE.

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