MEXICO. AP. Legisladores izquierdistas mantenían ayer ocupadas las dos cámaras del Congreso y ,tras pasar la noche en los salones de sesiones, advirtieron que no se retirarán mientras no haya garantías de que se realizará un debate nacional previo a la discusión de una reforma energética oficial que consideran privatizadora.
En una acción que recordó la toma de la tribuna de la cámara baja en noviembre de 2006 para intentar evitar la asunción del presidente Felipe Calderón, diputados y senadores izquierdistas transformaron el congreso desde la víspera en un campamento con el que detuvieron el inicio del debate legislativo sobre la reforma.
Provistos de algunos alimentos y líquidos, los legisladores se organizaron en guardias para que permanentemente hubiese gente en la tribuna y mientras algunos echaban mano de bolsas de dormir y cobijas para intentar descansar, otros se mantenían despiertos cantando y ondeando banderas. Nos habíamos organizado para traer un consumo elemental de alimentos, por ejemplo nueces, pasas y después ya sacaron las tortas y los refrescos, dijo a la AP el diputado Alejandro Sánchez Camacho, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El gobierno ha insistido que no se trata de una privatización.