Legislando al revés

Legislando al revés

Recientemente leímos en todos los medios de comunicación, que el país ya contaba con una ley que prohíbe el uso de la Hookah en lugares públicos y privados, lugares cerrados bajo techo, de uso colectivo y en vehículos destinados al transporte de pasajeros, iniciativa de la diputada Miladys F. del Rosario Núñez Pantaleón.

Aunque no sea un tema trascendental, no deja de ser importante, ya que desde hace un buen tiempo se ha cuestionado el uso de este instrumento, por lo daños que puede causarle a la salud de quienes la usan. Por ejemplo; El 95% de los fumadores de Hookah desconocen, que esta contribuye a desarrollar la diabetes y la obesidad. Hay que reconocer que es una buena iniciativa ¿Pero con ella resolvemos los grandes problemas que tiene la República Dominicana? Con el respeto que se merecen nuestros legisladores, pero esta vez, simplemente ¡Se pasaron!

En estos momentos el país espera de leyes que contribuyan con el desarrollo de la nación, donde podamos tener una sociedad rica en valores, que los intereses nacionales estén por encima de los personales, y que el bienestar colectivo sea el centro de la gestión, que encabeza cada senador y diputado.

No andamos bien como sociedad, ejemplo palpable son las imágenes que presenciamos en esta semana en un video que circuló en las redes sociales, donde niñas menores de 10 años aparecen bailando exóticamente en un lugar público de expendio de bebidas alcohólicas. ¿Dónde estaban los padres de esas niñas?, no nos extrañe que hayan sido ellos mismo quienes grabaran y difundieran tal video.

Mientras tanto, cada día aumentan las cifras de feminicidios, de menores violadas y atracos. También, constatamos un significativo incremento del narcotráfico en todo el territorio nacional, el problema migratorio se agudiza cada vez más, y como si todo esto fuera poco, el alto costo de la canasta familiar, los precios de los combustibles y los bajos salarios tanto en el sector público como en el privado.

El debate de nunca acabar por un nuevo código procesal penal, el cual aún no poseemos solo porque sectores conservadores se oponen a las tres causales del aborto.

A nuestros honorables alguien tiene que hacerles saber, que no se puede seguir legislando al revés, que ya es hora de despertar del insondable sueño en que viven muchos de ellos, aterrizar en la pista de necesidades de este pueblo, prestándoles atención a los temas que en verdad representan una dura amenaza a la paz y al progreso de nuestra sociedad, de lo contrario nos espera el colapso total de la misma.

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