JOSELIN RODRÍGUEZ
r.rodriguez@hoy.com.do
Ser objetivo y mantener la ecuanimidad mientras se comenta la actualidad social, política, empresarial o económica dominicana posiblemente no es tan sencillo  como parece ser. Como se dice popularmente hablar sobre esos temas no  “es un fly al catcher”.

Esa sencilla máxima la  ha comprobado en carne propia la comunicadora Leila Mejía,  quien pese a su juventud, asegura que por hablar sobre la mala actuación de un funcionario, un juez o un empresario, inmediatamente “una se gana un enemigo”.

Pero como suele ocurrir, hay ocasiones en que la situación se extrema, pues  según explicó la joven, por  exponer sus ideas en torno a esos tópicos, su vida y su integridad han sido amenazadas.

En ese sentido, Leila comentó que una persona la llamó en tono amenazante a raíz de unos comentarios que hizo referentes al desarrollo hotelero en  Bahía de las Águilas.

“Recuerdo que  un empresario, no voy a revelar su nombre porque ya no tiene sentido, luego de escuchar lo que señalé al respecto  me ubicó y prácticamente en tono de amenaza me dijo que lo que más me convenía era que yo dejara ese tema tranquilo, que no se me ocurriera volverme a meter  en eso”.

También reveló que se ha enterado de que hay personas -sobre las que ha hecho algunos comentarios- que han tratado de investigar su vida, no sabe con qué propósitos.  

Con voz sosegada, Leila asegura que ese tipo de situaciones suelen suceder en el área político-partidista, ya que la epidermis está “sensible y vulnerable”.

“Los  que están en el Gobierno, no importa  el partido que sea, no han logrado entender que el papel del comunicador no es hacer una apología de lo que ellos hacen todo el tiempo,  felicitarlos, reconocerlos y decirles que todo está bien. El  comunicador debe encontrar aquellas cosas que las autoridades hacen mal y llamar la atención sobre eso”.

Libertad de expresión.  Leila está segura de que es difícil ser independiente a la hora de comentar sobre la política y otros temas que puedan traer controversia; pues  a su entender la libertad de expresión en el país no es plena.

“Lo que pasa es que los mecanismos de control o de censura de esa libertad varían con los años; ya no se habla de asesinar periodistas, como ocurría hace 25 ó 30 años, sino que son otras las tácticas de control, como por ejemplo las comerciales, es decir: te pongo un gran patrocinio, pero eso significa que no puedes atentar contra mis intereses”, reflexiona.

Considera que lo ideal es que el comentarista – a pesar de que tenga una inclinación- base sus informaciones en datos concretos de forma tal que al final el público pueda emitir sus propios juicios.

Controversia.  La comunicadora dice que le gusta la polémica, pero no la que es basada sobre sus relaciones personales o su apariencia física.

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Colaboradora

Junco

En el período 2007-2008 fue la presidenta de la Juventud Nacional Comprometida (Junco), una organización de la que fue fundadora hace cuatro años. Como no cree  en la reelección no se postuló para  asumir nuevamente el cargo. Su sucesor es Pavel Decamps. Este grupo se ha destacado por su labor comunitaria, por fomentar el liderazgo juvenil en las áreas académica, jurídica, protección de los animales y el medio ambiente.

Sensible

La hace llorar la indiferencia, la insensibilidad ante el dolor     de cualquier ser vivo -muy particularmente el caso de los animales- porque hay mucha dejadez en torno a ese caso.

Antecedentes

El Inicio

Leila Mejía llegó a la televisión hace ocho años, cuando ingresó al programa “Global y local”, de Súper Canal 33, al lado de Yaqui Núñez del Risco, a raíz de un curso de oratoria que tomó con él. Cuenta que a él “le gustó la conclusión del curso, que era con un video y nos ofreció ese trabajo tiempo después de haber concluido el curso. Esa fue la primera vez que estuve frente a las cámaras. Con el tiempo me adapté”. Luego estuvo en otros programas matutinos de comentarios. También trabajó en CDN y en el canal siete.