La dominicana Milagros Aracena es una de las mil millones de personas que en el mundo vive con dispacidad, cifra que representa un 15% de la población mundial y como ella, alrededor del 80% está en edad de trabajar, pero se le niega un empleo.

Empero, la estudiante de informática que figura en las estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), afirma que su vida es otra desde que realizó el curso “Lenguaje de Señas” en el Ministerio de Trabajo y asegura que el empresariado se ha sensibilizado para insertar a personas con discapacidad. La ministra de Trabajo, Maritza Hernández, al encabezar el acto de entrega de certificados a los participantes en el curso “Lenguaje de Señas”, declaró que hacen todos los esfuerzos para asegurar los derechos de las personas con discapacidad y para dar seguimiento a los servicios que les ofrecen, cuentan con tres Oficinas Territoriales de Empleo (OTE), ubicadas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Ayuntamiento de Santo Domingo Este y en San Pedro de Macorís.