GREENBURGH, Nueva York (AP).- Un día después de ser contratado, Lenny Wilkens tomó el jueves las riendas de los Knicks de Nueva York y los preparó para el partido del viernes contra los SuperSonics de Seattle.

Wilkens ofreció también una rueda de prensa en la que inclusive recibió un fuerte abrazo por parte de una de las estrellas del equipo, el base Stephon Marbury.

Wilkens, uno de los mejores jugadores que hayan dado los Knicks, se hizo cargo del equipo tras la despedida el miércoles de Don Chaney.

«La oportunidad de retornar a Nueva York es tremenda. Era algo que no pensé que iba a suceder», dijo Wilkens, que estaba desempleado desde que lo destituyeron en los Raptors de Toronto al finalizar la temporada 2003.

Los Knicks se convierten en el sexto equipo que entrena Wilkens, de 66 años. En 30 temporadas ha llegado en 19 ocasiones a los playoffs.

El reto que enfrenta es el de llevar a los Knics de nuevo a los playoffs, de dónde han estado ausentes en las últimas dos temporadas.

De momento, Nueva York está noveno a dos juegos y medio de Filadelfia en la Conferencia Este.

«Soy optimista. Podemos llegar a los playoffs», dijo el entrenador.

El flamante entrenador quiere pulir la defensa y fortalecer el ataque de un equipo que ha visto pocas veces en esta temporada.

Wilkens medirá a su equipo en los próximos días y apenas tendrá tiempo para hacer ajustes, ya que jugarán seis juegos en apenas nueve días.

Wilkens llega a Nueva York con los fantasmas de Toronto, donde algunos jugadores le criticaron sus métodos de entrenamiento. La estrella de los Raptors, Vince Carter, dijo que Wilkens no entendía el baloncesto moderno.

Wilkens se mostró sorprendido con los comentarios de Carter y defendió su estadía en Toronto. El entrenador dijo que las numerosas lesiones de su equipo limitaron el desempeño en las tres temporadas que estuvo allí.

La marca de Wilkens es de 1.292-1.114. Su registro en los playoffs es de 80-94, incluyendo el campeonato de la NBA en 1979.

Junto a John Wooden, Wilkens es la única persona que ha entrado al Salón de la fama