POR ROSARIO TIFÁ
En un país tropical, y especialmente en verano, época en que el sol se presenta con mayor intensidad, hay que proteger los ojos de los rayos ultravioleta.

Los lentes siempre han sido los mejores aliados, como accesorios de moda y como instrumento de protección visual.

Estudios realizados en los últimos diez años han determinado que permanecer muchas horas en el sol sin la protección adecuada aumenta la posibilidad de desarrollar enfermedades oculares.

Un buen anteojo de sol, por tanto, debe enfrentar las radiaciones solares y además debe proporcionar una buena visión.

Los lentes de sol, como filtro protector, no solamente han de absorber los rayos de luz infrarroja y ultravioleta, sino que su límite de absorción de las radiaciones visibles debe alcanzar lo necesario para  el mantenimiento de una buena visibilidad.

El diseño y fabricación debe estar regido por estrictos controles de calidad. Unas gafas de sol equipadas con lentes cuya función de filtro protector sea buena, pero sus superficies irregulares, provocando distorsiones en el espacio visual, no tienen ninguna confiabilidad.

La empresa Volare Sun Group suministró esas informaciones al presentar la nueva colección de gafas de sol “Verano 2006”, fabricadas por prestigiosas marcas  mundiales y ofertadas en Sunglass Station y las ópticas Alta Visión, sus tiendas establecidas en el país.

Las gafas que marcan la tendencia del momento se distinguen por su gran  tamaño y los detalles en metal y pasta en las patas o varillas.

Las marcas que fueron exhibidas por la empresa son Chanel, Vogue, Bulgari, Christian Dior, Gucci, Salvarore Ferragano, Ray-ban, Arnette y Guess.

 Las gafas se venden en las diferentes tiendas del grupo ubicadas en plazas de la capital y el interior.