Leo Messi sueña con Mundial de Rusia

Leo Messi sueña con Mundial de Rusia

Leo Messi irrumpe en Rusia 2018 en plena madurez, comprometido como el líder de Argentina e involucrado en la conquista de una competición que despeje parte del debate sobre el mejor futbolista de la historia.
A lo largo del tiempo existirá siempre la cuestión sobre el auténtico rey del fútbol mundial a través de los tiempos. Ni siquiera la condición de campeón de esta competición aunará las opiniones. Pero en plena comparación, las frustrantes actuaciones de la selección albiazul han lastrado la consideración del jugador del Barcelona, a pesar de que partido a partido demuestra ser decisivo con intervenciones inalcanzables para el resto en la mayoría de los casos. En Rusia 2018 el foco estará puesto otra vez sobre Messi, elegido el mejor en Brasil 2014 en una decisión que cuestionó hasta el propio futbolista, derrotado en la final de Maracaná por Alemania. No fue aquel realmente el Mundial que esperaba Messi. Tampoco fue el torneo de Cristiano Ronaldo, con el que vive una continua comparación,
Brasil 2014 realzó el talento del colombiano James Rodríguez, máximo goleador. O de los alemanes Thomas Muller, Toni Kroos o el propio Mario Gotze, autor del gol en la final que proporcionó el título al combinado germano. También el del holandés Arjen Robben, líder de su equipo.
Argentina, también en Rusia 2018, se aferra al talento de Messi. La conquista del trofeo echaría por tierra parte de los argumentos que le sitúan por debajo de Diego Armando Maradona, que sí fue capaz de llevar a su selección a lo más alto.
Portugal, igualmente, espera a Cristiano Ronaldo. El conjunto luso llega a Rusia como campeón de la Eurocopa. Sin embargo, el jugador del Real Madrid, recolector de premios, siempre se ha ido de cada Mundial con el trabajo a medias.
Messi nació en el barrio obrero General Las Heras, llamado ‘La Bajada’, al sur de Rosario, un puerto agroindustrial, 310 km al norte de Buenos Aires, donde tiene grandes amigos y los visita cuando no está en torneo.
A lo largo de la historia la Copa del Mundo ha respaldado a grandes estrellas pendientes de confirmar o a propulsado definitivamente a nombres prometedores, casi desconocidos, que iniciaron en esta competición su andadura por el firmamento futbolístico.
Lejanas las ediciones de Uruguay 1930, donde sobresalió el goleador argentino Guillermo Stábile, de Italia 1934 con el italiano Angelo Schiavio, autor del gol del triunfo del equipo local ante Checoslovaquia, fueron los brasileños los que aprovecharon la proyección de un Mundial para iluminar este deporte.
Leonidas Da Silva y Ademir fueron destacados por sus goles en Francia 1938 y Brasil 1950, con destacados jugadores.

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