NUEVA YORK (dpa).- A los 30 años, Leonardo Di Caprio es uno de los actores más famosos y adinerados de su generación. Sin embargo, esto no es suficiente. El actor quiere pasar a la posteridad protagonizando películas que se conviertan en clásicos. Después del éxito internacional de «Titanic», en 1997, Di Caprio se vio beneficiado sobre todo por el poder que la fama le dio para seleccionar detenidamente cuáles serían sus próximos proyectos y qué dirección tomaría su carrera.

«A fin de cuentas, ser un actor no es tan difícil. Lo más complicado es mantener una buena carrera y saber elegir. Son los proyectos que uno elige lo que garantizará tu longevidad en esta industria y el tipo de actor que eres. Lo principal es ser inteligente», afirmó el artista a la revista «Time».

Hace 17 años que Di Caprio trabaja en el mundo del cine. Niño prodigio, con un talento a flor de piel, el actor creció frente a las cámaras y aprendió los secretos de la industria a una temprana edad.

«Mucho se lo debo a ‘Titanic’. Esta película me dio la habilidad de poder dirigir mi propio destino. Mi objetivo es hacer películas que las personas vean dentro de 50 años. Eso es todo», explicó.

Desde el estreno de «Titanic», Di Caprio filmó sólo cuatro películas: «The Beach» (un gran fracaso), «Gangs of New York» (de Martin Scorsese), «Catch me if you can» (dirigida por Steven Spielberg) y su última cinta, estrenada recientemente, «The Aviator» (también de Scorsese).

Según el cineasta Scorsese, Di Caprio es uno de los pocos actores de su edad -quizás el único- capaz de ofrecer interpretaciones convincentes de un alto nivel emocional.

John C. Reilly, un amigo y co protagonista de Di Caprio en los films «What’s eating Gilbert Grape», «Gangs» y «The Aviator», admira sobre todo su autocontrol y su capacidad de planificación.

«Tras el éxito de ‘Titanic’, Leonardo podría haber optado por hacer una gran cantidad de películas e interpretar varias veces el papel de héroe. Pero, por el contrario, avergüenza a sus colegas, demostrando su compromiso con la calidad y no la cantidad. El prefiere usar su potencial de forma inteligente», opinó Reilly.

Sus películas previas, «This Boy’s Life», «Marvin’s Room» y «Romeo and Juliet», lo consolidaron como un actor prometedor pero no lo catapultaron a la fama, permitiéndole llevar una vida relativamente tranquila.

NO BASURA

En la actualidad, Di Caprio es uno de los actores más perseguidos por la prensa del corazón, especialmente desde su romance con la modelo brasileña Giselle Bundchen.

Sin embargo, no todo lo que trae la fama es negativo. El actor es el primero en leer los guiones más codiciados en Hollywood (le ofrecieron el papel de ‘El Hombre Araña’ y Skywalker).

Di Caprio confiesa que lee «casi todos» los guiones que le envían pero que el «92 por ciento es basura». «Normalmente cuando algo me atrae me doy cuenta de inmediato», afirmó el actor.

Lo que le atrajo de la personalidad del multimillonario Howard Hughes, su más reciente papel, fueron sus incongruencias. «El tipo tenía todo lo que quería y sin embargo, no era feliz. Para alguien como yo, que he tenido mucha suerte en la vida, esto es una especie de ejemplo. No digo que se trate de una lección moral, pero resulta interesante», afirmó.

Di Carpio quedó capturado por la vida de Hughes después de leer su biografía en 1995 y comenzó a trabajar en la producción de «The Aviator» en 2000, primero junto al director Michael Mann y luego con Scorsese.

Como productor ejecutivo, el actor conectó a Scorsese con el guionista John Logan, quienes debieron realizar 15 versiones del guión hasta dar con una que satisfaciera las exigencias del artista.

«Me encantaron aquellas reuniones. Hablar sobre ideas con otras personas, dándole a la película la oportunidad de respirar, eso es como el paraíso para mí», recordó Di Caprio.

El actor leyó miles de páginas sobre Hughes, miró decenas de horas de grabaciones y documentales sobre el multimillonario y pasó numerosos días estudiando los síntomas de las personas compulsivas junto a psicólogos para poder comprender mejor la personalidad de su protagonista.

A pesar de su imagen de eterno adolescente, Di Caprio busca que la audiencia pueda ver más allá de su rostro y reconocer en él la transformación de su personaje.

El actor es consciente de que no todos sus proyectos resultarán exitosos, pero su principal objetivo es capturar la autenticidad de su rol. «Estoy seguro que en el futuro voy a elegir los proyectos erróneos. Uno necesita fracasar de vez en cuando», admitió.

«Pero lo que me fascina ahora es desaparecer en un papel que importe, en películas que importen», explicó. Por lo pronto, Di Caprio está lejos de desaparecer tanto de la pantalla grande como de la obsesión de sus fanáticos.

El actor ya recibió una nominación a los premios Golden Globe de la Prensa Extranjera en Hollywood, por su interpretación de Hughes y se especula que podría convertirse asimismo en uno de los candidatos favoritos al Oscar.