REGINALDO ATANAY
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Nueva York. Se habla, en Dominicana, desde los distintos bandos políticos, sobre el modo y manera en que gentes y grupos se venden a otros, (el otros generalmente es el gobierno nacional) que cuentan con distintas ideologías, por razones de conveniencia: posiciones
dinero.
Y cada gente y grupo -también por conveniencia – ataca a los contrarios y se señalan entre ellos como corruptos y traidores de principios.
En cuanto al ejercicio de corrupción en la política dominicana, no hay nada nuevo. Y si hay algo nuevo (que en parte lo hay) es que en determinados momentos, el que estuvo abajo subió y el que estuvo arriba bajó, pero en cada grupo se hace lo mismo: repartidera de canonjías, de puestos, de dinero y quienes se sienten perjudicados con esa práctica, protestan.
En lo de ahora, está la campaña del presidente Leonel Fernández y de los distintos grupos que apoyan su aspiración de que querer seguir como Presidente de la República por cuatro años más. Pero al Presidente se le zafó de boca una idea, y habló el otro día de poder estar en el poder más allá del 2012; es decir, que dando ya por sentada su reelección ¡piensa en otra reelección más!
Y esa ambición podría ser posible, pues el hombre es aún joven, metódico, y se supone que en su vida privada cuida mucho de su salud, lo que significa que, como diría cualquiera de sus seguidores ¡hay Leonel pa rato !
Es evidente que el presidente Fernández está usando todos los recursos de que dispone (que son muchos) como jefe de Estado, y aunque él diga lo contrario, nadie cree lo que afirma el mandatario, de que no sonsaca a nadie; que se le suman opositores por simples simpatías.
En el orden social normal, eso de que sonsaquen gentes para que salgan de un grupo cualquiera y se metan en otro, con el disfrute de evidentes beneficios, es condenable. Pero en política no.
En política prima el concepto comunista aquel de que el fin, justifica los medios; y en el ejercicio de esa práctica los políticos dominicanos han vivido la experiencia muchas veces, y en distintos bandos.
En política, lo que es malo hoy, será bueno mañana. Y viceversa. Porque, ¿no dijeron Juan Bosch, Peña Gómez y quienes siguen y reverencian sus pensamientos políticos que el ex presidente Joaquín Balaguer fue, entre otras cosas, asesino, protector de ladrones y asesinos, indolente, trujillista, irrespetuoso de la Constitución de la República?
Y después, seguidores significativos de Bosch dijeron que a Balaguer no podía molestársele ni con el pétalo de una rosa.
Y de los que siguen el pensamiento de Peña Gómez surgió el propósito de llevar al Congreso Nacional la idea (que cristalizó) de que se proclamara a Balaguer como Padre de la Democracia Dominicana.
En estos días, Polonio Pierret, un íntimo colaborador de Peña Gómez, y su guardaespaldas, se pasó para el lado de Leonel.
Se han pasado, al leonelismo, connotados miembros del Partido Reformista Social Cristiano. Y cada día los pases siguen creciendo, lo que implica, dicen los opositores, inversión de dineros, y como parece ser que la alcancía gubernamental está timbí, pueden repetir lo que decía el ex presidente de Cuba, Ramón Grau San Martín: Hay dulces para todos.