POR MANUEL JIMÉNEZ
MANAUS, Brasil .- El presidente Leonel Fernández planteó aquí que República Dominicana podrá alcanzar su desarrollo integral  en la medida en que el sector privado asuma un concepto de responsabilidad social, una especie de alianza con la sociedad, en la que el Estado tiene la condición de organismo regulador.

“Efectivamente, se puede generar riquezas y producir el desarrollo económico y social, pero en definitiva a quien corresponde el desarrollo económico y social es a las empresas. El Estado debe ser el regulador”, dijo Fernández citando los logros de la Fundación Paulo Feitoza, una institución brasileña que ha logrado combinar su incursión exitosa en la industria de la tecnología con una gran labor social.

El gobernante entiende que los gobiernos son los llamados a crear las condiciones para que las empresas puedan llevar a cabo el desarrollo económico y social, vinculándose a la sociedad y reconociendo que la responsabilidad social es en esencia una inversión.

Citó al doctor Paulo Feitoza, Presidente de la Fundación que lleva su nombre, cuando dijo que hoy en día la responsabilidad social corporativa no puede entenderse como un acto de filantropía, sino que se trata de “una inversión que se hace para poder asegurar la continuidad y sostenibilidad de un programa económico-social”.

La Fundación Feitoza fue creada en 1998 y en el marco de los incentivos fiscales creados a través de una ley dictada por el gobierno comenzó a incursionar en la industria de la tecnología y en la actualidad ha sido innovadora en la creación de productos de software y hardware que permiten a personas discapacitadas hacer uso del computador.

Maria del Socorro Piero Ferreira, una joven mujer que perdió sus dos brazos, fue mostrada al Presidente Fernández como un vivo ejemplo del logro de la Fundación en el desarrollo de un sistema de software y hardware que se conecta con el movimiento de los músculos. Piero Ferreira, a través de un sistema de cables conectado a su frente, con su vista puede llevar el cursor hasta una letra del computador, parpadear y eso equivale a un clic. En Presencia del gobernante, escribió en la pantalla de su ordenador “Bienvenido señor Presidente”.

Se trata de un sistema ideado por el ingeniero Manoel Cardoso, un empresario privado que colabora con la Fundación a título honorífico y que también ha desarrollado un guante llamado “La Voz de la Persona Muda”, a través del cual un sordomudo, con el movimiento de los músculos, puede articular palabras.

La Fundación Feitoza tiene actualmente contratos de servicios para la generación de productos con las principales multinacionales en la rama de la tecnología de la información y biotecnología, exportando anualmente soluciones tecnológicas por más de US$10 millones. Fernández la considero como un  ejemplo de responsabilidad social corporativa. La Feitoza tiene una vieja alianza con la Fundación Global, de aquí.

“Al surgir instituciones como la Fundación Feitoza, dijo Fernández, las empresas establecen una alianza con las fundaciones, las fundaciones identifican recursos humanos capacitados y los  hacen realidad en un proyecto especifico, en este caso tecnología de la información y biotecnología”.

“De manera, agregó, que la fundación termina devolviéndole a las empresas un producto que multiplica el potencial generador de riqueza de las propias empresa, agregó Fernández, quien destacó que todo esto se convierte en un “circulo virtuoso Estado-Empresa-Sociedad, concepto de responsabilidad social corporativa-fundaciones-investigación social y desarrollo e inclusión social”.

En este orden, dijo que la alianza que existe entre la Fundación Feitoza y Funglode es un ejemplo de dos instituciones, aunque separadas geográficamente, por el fenómeno de la globalización pueden ponerse en contacto y establecer vínculos.

Fernández asegura que lo que se puede lograr a través de esta alianza “es algo que esta más allá de la imaginación “porque República Dominicana ha sido relativamente un país exitoso dentro de un modelo de desarrollo económico que podemos llamar de trabajo intensivo” Pero entiende que este sistema debe variar hacia un modelo de capital intensivo, adentrándose a la revolución tecnológica.

“Hay que tener capital capacitado, tener una relación con los mercados internacionales, una relación con las empresas que hacen esto posible, y hoy en día para que esa relación se desarrolle no importa el tamaño del país”, dijo el gobernante dominicano.