Leonel define política para proteger la nacionalidad

Leonel define política para proteger la nacionalidad

POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Leonel Fernández dijo ayer que nadie puede cuestionar la política o el concepto que un Estado establece en materia de nacionalidad si lo asume en función de su Constitución y sus leyes adjetivas.

Fernández, en un discurso en el que trazó en líneas generales la política nacional frente al vecino Haití, se acogió a la reciente sentencia de la Suprema Corte de Justicia que sienta precedente en el caso de los reclamos de los hijos de haitianos nacidos en la República Dominicana, aunque dijo que esta tiene algunos dispositivos que deben ser observados.

“Nosotros no tenemos prejuicios contra nadie ni practicamos la xenofobia, pero hemos aprendido por la historia universal y por acontecimientos recientes que núcleos de extranjeros que van asentándose en unas determinadas porciones de un territorio nacional, con el tiempo lo recaman como suyos”, advirtió el gobernante.

“Si hay alguna duda respecto a cuál es la conceptualización que tiene el Estado dominicano en relación a la nacionalidad, entonces yo digo hagamos un gran debate, enmendemos la Constitución y aclaremos la legislación adjetiva”, expresó Fernández.

Sostuvo que, en realidad, lo que ha quedado claro siempre en la intención del legislador dominicano es que la nacionalidad en este país en principio se establece por el derecho de sangre, es decir el jus sanguini y solamente en casos de carácter de excepción que la nacionalidad se concede por la vía del jus soli.

“Es decir, la regla es el jus sangui, la excepción es un jus soli, pero se nos ha querido establecer que elementos de excepción representan los elementos básicos para definir la nacionalidad dominicana”, se quejó Fernández.

Advirtió, asimismo,. sobre los peligros a que se aboca el país por no tener claro su concepto de nacionalidad, especialmente frente a la masiva inmigración haitiana, y en este orden recordó los efectos que una situación parecida generó en los Balcanes, donde albaneses y kosovares se enfrentaron en una guerra de exterminio

Situaciones como estas terminan generando un proceso de balcanización y fragmentación territorial, dijo Fernández durante una exposición en el Segundo Seminario de Seguimiento sobre los Lineamientos de la Política Exterior del Gobierno de República Dominicana, auspiciado por la Secretaria de Relaciones Exteriores.

Recordó que la crisis de los Balcanes “de alguna manera nos ilustra eso en el reclamo de los albaneses en Kosovo, es decir una etnia, una nacionalidad que se fue estableciendo allí, se reprodujo, permaneció un tiempo y ya luego se origina una guerra civil por reclamo territorial sobre la base de que les pertenecía”.

Fernández, quien habló en presencia del cuerpo diplomático acreditado en el extranjero, dijo que para la República Dominicana su “interés nacional, de seguridad e integridad territorial tiene mucho que ver con el concepto que tengamos sobre la nacionalidad”.

“Yo digo que si ese concepto no esta lo suficientemente claro, debe haber un gran debate nacional para definir eso”, planteó el gobernante, citando la reciente sentencia de la Suprema Corte de Justicia en la que se niega la nacionalidad dominicano a los hijos de extranjeros que se encuentren en el territorio nacional en situación de ilegalidad.

Dijo, no obstante, que siente que en esa sentencia existen “algunos elementos distintos a los que se adoptan en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José, Costa Rica, que condenó al país por negarle documentación a dos niñas haitianas.

 “Ahí hay materia para que nosotros como país, como nación, aclaremos lo que esto significa”, dijo el, gobernante, quien habló durante 40 minutos.

En su discurso, el Presidente sostiene que el tema de la nacionalidad asume distintas perspectivas, dependiendo desde donde se le vea.

En este orden, citó los cuestionamientos que se hacen al país por la visión que tiene en torno al concepto de nacionalidad, pero dijo que esto ocurre porque el tema se enfoca desde la perspectiva de lo que ocurre en los Estados Unidos.

Dijo que siempre se señala, a titulo de ejemplo, la situación que se da en los Estados Unidos donde un hijo de un inmigrante documentado adquiere automáticamente la nacionalidad norteamericana por el hecho de haber nacido en ese territorio.

Fernández sostiene que en la República Dominicana no puede prevalecer el mismo procedimiento porque no existe un concepto universal único en materia de nacionalidad, sino que cada país adopta el que entienda esté en consonancia con el interés nacional”.

Sostuvo que la realidad norteamericana es muy distinta a la dominicana, empezando con que el territorio de los Estados Unidos es de carácter continental y la República Dominicana es un país pequeño que tiene que compartir su territorio con su vecino de al lado”.

RECONOCIMIENTOS Y DERECHOS

En su discurso, el presidente Fernández reconoció que el Estado Dominicano como tal tiene que garantizar mejores condiciones de vida para los haitianos que residen en los bateyes para evitar que esto sea tomado como pretexto por la comunidad internacional para cuestionar al país. Reconoció que Haití es una prioridad en nuestras relaciones exteriores, no solo por ser nuestro vecino fronterizo y por que representa una tensión permanente por la masiva migración que se registra hacia el lado dominicano, así como por lo que representa “para nuestra imagen en el exterior”.

Pero Fernández reiteró que nadie puede cuestionar el derecho soberano que tiene el gobierno dominicano de repatriar a cualquier extranjero ilegal en su territorio.

Finalmente, insistió en que República Dominicana es solidaria y quiere contribuir a que ese país supere su situación actual.

Fernández llegó a las 10:00 de la mañana a la sede de la Cancillería dominicano donde lo recibió el titular de la cartera, Carlos Morales Troncoso. En la mesa directiva del acto estuvieron el Director del Centro de Inversiones Extranjeras, Hedí Martínez; el Secretario de Turismo, Félix Jiménez; el Director de Los Fondos Europeos, Onofre Rojas y los secretarios de Estado sin Cartera Miguel Mejía y Eduardo Selman.

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