El núcleo empresarial de Santiago de los Caballeros, que ha demostrado con hechos fehacientes constituirse en la vanguardia de las iniciativas exitosas del conglomerado nacional, no las tiene todas consigo con el presidente Leonel Fernández. Conforme reseñó El Caribe del 23 del presente mes de junio, tanto Oliverio Espaillat, presidente de la Cámara de Comercio y Producción; Lina García de Blasco, presidenta de la Asociación de Industrias Región Norte, y Carlos Fondear Victoria presidente del Consejo para el Desarrollo Estratégico, coincidieron en destacar, al tiempo de censurar, que la última obra de envergadura oficial fue el Acueducto del Cibao Central construido por el presidente Joaquín Balaguer. El resto, puntualizaron a la vez los empresarios, ha sido consecuencia del sector privado, como el relleno sanitario de Rafey, con recursos de la Zona Franca Industrial, un préstamo del Banco de Reservas al ayuntamiento y el gobierno de Japón. La segunda ciudad del país, acotan, aporta el 16% del PIB mientras recibe de contrapartida un escuálido 2%, y reiteran la imperiosa necesidad de que el presidente Leonel construya la avenida Circunvalación Norte, acceso vial al Parque Central, que tampoco se ha construido, ampliación a cuatro vías de la carretera Navarrete-Puerto Plata y rehabilitar el puerto  de Manzanillo. También sanear 40 cañadas que solucionan horriblemente la cloaca nauseabunda y pestilente que fue en una época el Yaque del Norte, en mi adolescencia, el Nilo dominicano. En una ocasión conversé con el presidente Leonel que Santiago de los Caballeros no es el país, pero es parte fundamental de éste y porque el PLD no ganó la sindicatura, debe motivar al gobernante a escuchar a los empresarios santiaguenses para perfilar así el 2012.