Leonel dice la humanidad debe combatir terrorismo

Leonel dice la humanidad debe combatir terrorismo

POR MANUEL JIMÉNEZ
El terrorismo se ha convertido en un nuevo paradigma para las relaciones internacionales que debe forzosamente ser combatido por toda la humanidad, dijo ayer el presidente Leonel Fernández, al dejar instalada la «XII Reunión Plenaria del Círculo de Montevideo».

Fernández sostiene que los atentados terroristas del 11 de septiembre en los Estados Unidos han establecido una nueva configuración en ese paradigma de las relaciones internacionales, el cual ha vuelto de la geo-economía hacia la geopolítica.

«Tenemos la globalización existiendo con el fenómeno de la seguridad», dijo el gobernante.

El evento discute el tema «El Mundo Después del terrorismo», en la sede de la Fundación Global, Democracia y Desarrollo y participan, entre otros, los ex presidentes Julio María Sanguinetti, de Uruguay; Fernando Enrique Cardoso, de Brasil; Oscar Arias, de Costa Rica y Belisario Betancur, de Colombia; así como el presidente del BID, Enrique Iglesias.

Fernández dijo que la República Dominicana está implicada en la lucha contra el terrorismo internacional, porque ha sido una víctima indirecta de estas acciones, incluso, aportando su sangre como fueron los casos de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos y el 11 de marzo en Madrid. En ambos atentados murieron dominicanos, recordó el gobernante.

Fernández consideró posible que alguien se esté preguntando cuál es la pertinencia o qué relevancia tiene el hecho de que éste tema se esté discutiendo en la República Dominicana.

Reconoció que en el país normalmente la opinión pública está muy imbuida «en nuestras carencias y limitaciones cotidianas» y más concentrada en conocer los problemas de las crisis en los servicios de electricidad, de agua potable o de las cárceles.

En este marco, según el presidente Fernández, la opinión pública nacional puede perder las perspectivas y la relevancia que efectivamente pudiesen tener una dimensión internacional como ésta, sobre el futuro de la República Dominicana.

«En nuestro país, tradicionalmente hemos carecido de una sensibilidad y de una conciencia respecto de cómo los problemas internacionales inciden en nuestro desarrollo nacional», dijo Fernández.

También sostuvo que, «sin embargo, esa falta de sensibilidad, esa falta de conciencia histórica sobre la dimensión de lo internacional en el plano de lo local, no se corresponde con nuestra realidad».

Manifestó que lo cierto es que si la República Dominicana existe hoy día, es por esa dimensión internacional.

En este orden, dijo que una décima parte de la población dominicana reside en el exterior y aporta anualmente el equivalente al 15 por ciento del Producto Interno Bruto.

Fernández, que también estará presente en las sesiones de trabajo y en la clausura del evento en el curso del día de hoy, destacó que el país vive de lo que le reportan sus exportaciones, el turismo y las remesas enviadas por los dominicanos residentes en el exterior.

Expresó, además, que «si nos conceptualizamos en el marco histórico, veremos que lo internacional siempre jugó un papel especial en el caso dominicano».

Dijo que esa influencia internacional en el plano local se vio en la caída de la dictadura de Rafael Trujillo.

«Si finalmente la tiranía se desplomó, fue como consecuencia de las acciones tomadas por la Organización de Estados Americanos», sostuvo el mandatario.

En este mismo marco recordó que en este 2005 se están cumpliendo 40 años de la revolución de abril de 1965, una acción que estuvo orientada hacia la restauración del régimen democrático que encabezó en 1963 el fenecido presidente Juan Bosch.

«La idea de que en la República Dominicana no podía haber una segunda cuba, no permitió entender la naturaleza especifica de ese movimiento dominicano», dijo Fernández.

Manifestó, finalmente, que fue el concepto internacional de guerra fría lo que frustró que ese movimiento fuera exitoso y se pidiese restablecer el régimen de Bosch.

El evento será clausurado esta tarde. Al acto inaugural asistieron también monseñor Agripino Nuñez Collado, varios embajadores, entre ellos el de Estados Unidos, Hans Hertell, catedráticos e intelectuales latinoamericanos y del país.

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