Leonel, el seppuku del PLD

Leonel, el seppuku del PLD

Pedro René Almonte Mejía.

Para entender el término «seppuku» debemos trasladarnos al Japón antiguo, específicamente al siglo X, cuando gobernó por cientos de años una casta de guerreros japoneses, Los Samuráis. Etimológicamente la palabra  Samurái significa “servidor”.

Seppuku no es más que el suicidio ritual japonés por desentrañamiento; era una práctica común entre los samuráis, que consideraban su vida como una entrega al honor de morir gloriosamente, rechazando cualquier tipo de muerte natural. Por eso, antes de ver su vida deshonrada por un delito o falta, recurrían con este acto a darse muerte. El Seppuku fue prohibido de manera oficial  en el año 1873, aunque se dice que todavía se efectúa en el Japón de hoy. Tiene como sinónimo  la palabra “hara-kiri” que es un término más conocido.

Dicho esto, ¿por qué provocar la muerte del PLD con una candidatura que a todas luces la sociedad   desaprueba? , el pueblo se opone mayoritariamente, como así lo presentan la mayoría de las encuestas. “Si el PLD ha de morir algún día, que sea por muerte natural, no por una muerte provocada».

Oír  al presidente del PLD y expresidente de la República, Leonel Fernández, decir en su más reciente acto masivo del pasado domingo, lo siguiente: “Una organización jamás puede sostenerse sobre la base de la exclusión, sobre la base de la marginalidad, sobre la base de la imposición y de la construcción de una hegemonía”. En adición a esto, presentarse como el candidato que garantiza la unidad partidaria, hace un contraste enorme  con lo que dijo el hoy presidente de la República en el año 2007, cito: “Me venció el Estado”. Con relación a las primarias internas del PLD para escoger el candidato a la presidencia. Entonces,  ¿es la misma persona que hoy habla de la no construcción de una hegemonía, la que  por aquellos años se valió del estado para avasallar a su compañero de partido? Increíble, pero es cierto, se trata de la misma persona.

El 19 de abril es determinante para el futuro del PLD, veremos si se impone el interés colectivo del partido o el absolutismo político de un dirigente. A dicho dirigente, que actualmente funge como su presidente, quiero recordarle al rey Luis XIV de Francia, tanto al Luis XIV joven e inexperto como al también experimentado otrora rey de Francia hasta el año 1715. Recordando la frase que se le atribuye a dicho rey joven e inexperto, cuando dijo:  L’État, c’est moi (El Estado soy yo), cuando su ego y megalomanía le impedían ver que las personas tienen caducidad. La visión estereotipada del absolutismo político  parece un común denominador entre aquel rey y el actual presidente del PLD.  Antes de su muerte el mismo Luis XIV se desdijo y pronunció lo siguiente:  Je m’en vais, mais l’État demeurera toujours (Me marcho, pero el Estado siempre permanecerá).

El actual presidente del PLD debe mantener su corazón en el lado izquierdo, los pies en el suelo y oír la voz del pueblo.

Las instituciones deben sobrevivirle a cualquier persona. Nadie debe ser el seppuku del PLD. “Si el PLD ha de morir algún día, que sea por muerte natural, no por una muerte provocada».

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