Leonel, es al candidato

Leonel, es al candidato

 MARTHA PÉREZ
Tal la expresión de El Quijote «Sancho nos ladran…» pudiera decirle presidente Leonel Fernández, le ladran. En realidad le ladran, muchas voces que multiplican los ladridos, pero no es a usted. Por tanto, escúchelas, identifique de dónde vienen y siga el eco, que lo sentirá desvanecerse no muy lejos, pero le seguirán ladrando.

Sólo que, los ladridos estarán cada vez más cerca aunque no se oirán porque los devolverá la atmósfera de un clima catalizador de las más amplias expresiones de confianza y de fe en el porvenir inmediato.

Usted es una figura profesional y política conocida, admirada y respetada por todos los dominicanos. Con esta última expresión no cabe hablar de la oposición, porque son parte de los dominicanos. Ninguna persona de cualquier sector político y social del país se refiere a usted como un enemigo. Opositores a su línea política los hay, y unos que otros opositores a su gobierno, que no son todos los de su línea política. Hay quienes simpatizan por su partido pero están en desacuerdo con ciertas políticas del gobierno y viceversa; es decir, que están de acuerdo con las políticas del gobierno pero no simpatizan con lienamientos del partido. De lo que no hay dudas, y es una afirmación proveniente de encuestas con metodologías científicas o aleatorias y del seno de nuestra sociedad, es de que usted, la figura carismática personal, profesional y política, cala en el sentimiento de miles y miles de dominicanos y dominicanas. Y cuenta con gran admiración y respeto en el escenario internacional.

Existe un nivel de conocimiento y reconocimiento en la conciencia nacional de las respuestas de su gobierno a la situación del país del 2004, no sin antes valorar también las experiencias positivas de su primer período de gobierno 96 2000. Desde entonces hasta el presente, pasando por el salto al vacío del 2000 2004, la opinión pública nacional y el pueblo dominicano han sabido guardar indicadores que marcan la pauta para entender el porqué usted y su Partido de la Liberación Dominicana decidieron su repostulación para las elecciones presidenciales del 2008. Incluidos los indicadores de las situaciones particulares internas que han atravesado los tres partidos más desarrollados (PLD, PRD, PRSC), todavía con ciertos rastros de esos procesos, unos más que otros.

Lanzada su repostulación, luego de que el PRD, el primero y uno de los partidos más afectados por su crisis interna, escogiera su candidato presidencial, las coordenadas tomaban otra posición para los estrategas de la oposición que elaboraban el mapa político electoral de la presente coyuntura. Obviamente, para esos estrategas internos y externos, la digitalización en el mapa resultaba de cierta complejidad al tener que incluir «nuevos datos» (Miguel Vargas Maldonado y Amable Aristy Castro)) en un esquema ya experimentado. El mapa político electoral cambiaría y para garantizar que los nuevos datos puedan formar parte de los trazos y leyendas y ser asimilados por el público, necesariamente hay que buscar nuevas estrategias de manera urgente.

Esas estrategias podrían consistir en: digitalizar los datos nuevos aunque haya que variar las coordenadas y salir del mar territorial, incluirlos minimizados, colocarlos sólo en leyenda con información oculta. O cambiar el esquema experimentado para procurar un nuevo mapa. Pero, en la actual coyuntura, el esquema experimentado, por razones precitadas, lo viene ocupando usted con principalía en el mapa político electoral. Y cambiar ese esquema es más complicado que aplicar las otras estrategias, no menos complejas por el riesgo que implican.

La estrategia que han escogido por parecerles más propia a sus intenciones y no por más fácil, es tratar de debilitar, empañar, desacreditar y entorpecer el posesionamiento de la figura carismática, personal, profesional y política; su gestión gubernamental, el proceso democrático y de desarrollo por el que se enrrumba el país, el gobierno y sus instituciones. Existe y se ha expresado en el pasado reciente, por parte de sectores de oposición, un nivel de reconocimiento a políticas gubernamentales impulsada por usted y su gobierno; así como sugerencias a otras políticas que deben fortalecerse, lo que también sabe y ha expresado usted y muchos funcionarios gubernamentales.

Con usted, como con otros ciudadanos comunes y/o de su investidura, se pueden tener diferencias y expresarse y señalarse en la forma que establecen los canones que rigen la convivencia humana, social y política. Pero hay formas de marcar esas diferencias que se están tornando muy diferentes a los canones y costumbres, a las prácticas normales. A usted le vigilan hasta el derecho a tener derecho a lo que es y hace; a lo que debe ser y hacer.

Leonel, le ladran, señal de que avanza. Pero, no es a usted, es al Candidato. Parecería contradictorio. ¿Qué quiere decir esto? Que los opositores notan que el Candidato puede superar a Leonel en las condiciones y cualidades que le caracterizan, porque el discurso opositor trata de cuestionar persistentemente a Leonel, el presidente de la República y a su gobierno, procurando cerrarle paso, reducirle espacio y bajar el nivel de popularidad y simpatía al candidato presidencial del PLD y las fuerzas aliadas para las elecciones presidenciales del 2008. Léalo entre líneas; para la oposición, es la esencia de su estrategia.

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