POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Leonel Fernández instó ayer a 42 guardias marinas egresados de la “53 Promoción de la Escuela Naval de la Marina de Guerra”, a ofrendar la vida, si fuere necesario, en la defensa del orden constitucional y de las leyes vigentes en el país.

El mandatario encabezó el acto de graduación celebrado en la explanada interior de la Escuela Naval, en Sans Soucí, en el municipio Santo Domingo Este, acompañado de los altos mandos de las Fuerzas Armadas, encabezados por el titular de estos cuerpos, almirante Sigfrido Pared Pérez. El jefe de la Policía se hizo representar en la ceremonia.

El director de la Escuela Naval, contralmirante Víctor Manuel Rodríguez Martínez, dijo en su discurso que en la enseñanza y el entrenamiento de los cuerpos castrenses están los mejores instrumentos “para el establecimiento de la paz y la principal contribución al progreso y desarrollo sostenido del país y de sus instituciones democráticas”.

El presidente Fernández, quien llegó a la base naval a las 10:30 de la mañana acompañado del  almirante Pared Pérez, hizo la exhortación a los oficiales graduandos al tomarle el juramento de honor. Les instó también a tener lealtad con sus superiores.

Además del titular de las Fuerzas Armadas, en la ceremonia estaban presentes los subsecretarios, vicealmirante Julio César Ventura Bayonet y mayor general Andrés Apolinar Disla; así como los jefes de Estado Mayor de la Marina de Guerra, vicealmirante César De Windt Ruiz; de la Fuerza Aérea, mayor general Nelson Marmolejos Acosta y del Ejercito Nacional, mayor general José Ricardo Estrella Fernández, entre otros altos jefes militares.

Previo a la ceremonia de investidura, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez ofició una misa en la capilla de la base naval en conmemoración del 53 aniversario de la fundación de la Marina de Guerra, en la que instó a sus miembros a luchar contra la violencia y el crimen, a fin de garantizar un país más seguro.

El director de la academia naval dijo en su intervención que en la institución se pone énfasis en la educación, a la hora de formar a sus futuros oficiales. “Mandar es entrenar”, dijo el contralmirante Rodríguez Martínez.

Añadió que el rol del oficial naval dentro de la sociedad es proveer seguridad, defensa y estabilidad al Estado a que pertenece.

Dijo que el hecho de que las Fuerzas Armadas son constitucionalmente apolíticas, esto no significa que deben renunciar al conocimiento de las ciencias políticas y sociales.

“En todos los niveles y de acuerdo al grado, se debe de promover los conocimientos necesarios para generar una conciencia del papel político-social del oficial”, dijo.

Recordó que bien es sabido que casi en todas las épocas históricas existieron cuerpos militares al servicio de toda clase de gobernantes, cuyo último fin era el ejercicio del poder despótico y absoluto, y no el bienestar y la protección de las personas.

“Esto hacía de los cuerpos armados instrumentos de represión y control ilegitimo de la sociedad”, dijo el alto oficial.

Durante el acto, se dio lectura a una orden general expedida por el presidente Fernández, que asciende a alférez de navío a cada uno de los 42 guardias marinas graduandos.

Entre los graduandos distinguidos figuraron Ángel Valentín Castillo Segura, Juan Manuel Suárez Manzueta, Omy Lumaneury Concepción Sánchez, José Apolinar Mercedes Tena, Carlos Manuel Mora Rosario y Julio César de Windt Fernández. Este último es hijo del jefe de Estado mayor de la Marina de Guerra.

A la ceremonia asistieron como invitados los antiguos jefes de Estado mayor de la Marina de Guerra, entre ellos Cesar de Windt, padre del actual jefe de la institución; Manuel Ramón Montes Arache y Ramón Emilio Jiménez Reyes, entre otros.