POR MARIEN ARISTY C.
El Presidente Leonel Fernández sostiene que con unas instituciones democráticas en las que no existe  crisis de legitimidad no hay ninguna razón que justifique una reforma de la Constitución de la República por vía de una Asamblea Constituyente. Este planteamiento está contenido en un artículo escrito por el doctor Fernández que se publicará en la edición número 16 de la revista de la Fundación Global Democracia y Desarrollo.

Tras indicar que no existe ninguna razón histórica, política o jurídica para la Constituyente, Fernández sostiene que lo que procede es una reforma mediante el mecanismo actualmente instituido en la Carta Magna, que es la   Asamblea Revisora.

Esta posición ha sido sostenida por el jefe del Estado de forma reiterada.

Fernández sostiene que para que este debate   tenga éxito y no se quede únicamente en el ámbito parlamentario, ha tenido la suficiente creatividad política como para diseñar un mecanismo que incluyese en el debate nacional a los distintos sectores del país. Esto, en resumen, fue lo que hicieron con la Consulta Popular.

 “Sólo la Consulta Popular garantiza la integración de los sectores de la vida nacional a un debate incluyente acerca de la forma en que debe organizarse el Estado, limitarse el uso de los poderes y garantizarse el ejercicio de las libertades consagradas en beneficio de los ciudadanos”, dice.

Para asegurarse de que esto fuera así, explica Fernández, a la consulta concurrieron los partidos políticos, los núcleos empresariales, las iglesias, los gremios profesionales, las organizaciones sindicales, la sociedad civil, las universidades y todo aquel que estuvo interesado en expresar sus criterios o puntos de vista acerca de la proyectada reforma al texto sustantivo de la nación.

Sí, es una prioridad

Consciente de que la reacción  inicial ante la propuesta de reforma fue de escepticismo y desconfianza, Fernández responsabiliza de ello al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de ello.

Tras recordar que en el 2001 se creó una comisión para que diseñara un proyecto de reforma,  Fernández manifestó que el trabajo de esa comisión no funcionó porque no se tomaron en cuenta sus propuestas y recomendaciones.

“Objetivos políticos electorales de corto plazo quebrantaron el plan inicial de modificación de la Carta Magna, dando lugar a la desconfianza y la incredulidad respecto a los actores políticos nacionales”.

Fernández manifestó que decidió embarcarse en el plan de reformar la Constitución porque ésta no puede desligarse de los demás problemas del país.

“La reforma constitucional es parte de una visión integral de desarrollo que se manifiesta a través de múltiples dimensiones”.

Como parte de esa visión, dice Fernández, también deben incluirse  la dimensión económica, social, cultural y  tecnológica del desarrollo.

 Indicando que no se trata de establecer separaciones o prioridades entre esas dimensiones, Fernández señaló que lo que procede es que todas ellas se integren de forma armónica en un plan único de desarrollo nacional sostenible.

¿El Porqué de la constitutente?

A juicio de Fernández, quienes defienden la Constituyente lo hacen porque creen en la “ilusión” de que permite una participación amplia y popular.

Esto, advierte, no es cierto porque de lo que se trata es de que la ciudadanía elija a un grupo de legisladores que se dedicarán exclusivamente a reformar la Constitución.

Estos legisladores, escogidos a partir de una lista que presentan los  partidos políticos, serán los únicos que discutirán y aprobarán la Carta Magna: los demás actores  sin representación parlamentaria quedarán fuera.

 Finalmente,  Fernández señala que cuando se considera que una Asamblea Consituyente es más democrática es porque se le confunde con la consulta popular.