CARACAS (EFE).- El presidente venezolano, Hugo Chávez, y el gobernante electo de República Dominicana, Leonel Fernández, se reunieron ayer en Caracas para analizar fórmulas que mejoren las condiciones de los contratos de venta de crudo al país caribeño.

«Básicamente, hemos hablado de (…) lo que tiene que ver con la aplicación del Acuerdo de San José al suministro de petróleo», dijo Fernández a los periodistas a su salida del palacio presidencial de Miraflores, sin mencionar si se alcanzó algún acuerdo en firme.

El presidente electo, que asumirá el 16 de agosto, recordó que su país «es dependiente en materia petrolera de Venezuela» y que en la actualidad atraviesa «una circunstancia muy difícil» debido a la devaluación de la moneda nacional y el alza de los precios internacionales del crudo y sus derivados.

«Queríamos ver cómo se reanudaba la aplicación del Acuerdo de San José para República Dominicana, así como el acuerdo energético de Caracas», dijo Fernández sobre esos tratados, firmados en 1980 y 2000, respectivamente.

Estos acuerdos permiten a países caribeños y centroamericanos la compra de petróleo de Venezuela y de México a precios y plazos especiales.

República Dominicana y Venezuela afrontaron el año pasado un conflicto que derivó en la suspensión durante tres meses de las ventas de petróleo venezolano, que abastece unas tres cuartas partes del consumo energético del país y que es adquirido a precios más bajos que los del mercado internacional.

El conflicto estalló después de que Chávez denunciara que en el país caribeño, en donde reside el ex mandatario venezolano Carlos Andrés Pérez, se conspiraba contra su Gobierno, lo que fue negado por el actual presidente, Hipólito Mejía.

Temístocles Montás, miembro de la comisión de transición entre el gobierno de Mejía y el de Fernández, se reunió con Chávez el mes pasado en México, donde le planteó, según dijo entonces, «la posibilidad de una fórmula alternativa», que tampoco detalló, para flexibilizar las condiciones de pago del crudo venezolano.

Sostuvo que de esta forma se busca «restarle presión al mercado de divisas» dominicano, cuya moneda nacional ha perdido en los últimos dos años más de un 50 por ciento de su valor frente al dólar.

Montás destacó entonces que Chávez «está en una actitud muy positiva de ayudar a la República Dominicana».

El presidente electo dominicano añadió a su vez que durante su gestión fortalecerá las relaciones con Venezuela, «tradicionalmente muy estrechas, de amistad y fraternidad».

«Eso ha sido desde siempre, y yo digo que los dominicanos estamos endeudados con Venezuela moralmente, por todo el apoyo que nos ofreció durante la dictadura de Trujillo», agregó Fernández.

Recordó también que el líder histórico de su partido, Juan Bosh, «vivió muchos años en Venezuela, al que siempre hemos mirado como un país hermano».

«Siempre ha colaborado con República Dominicana en el fortalecimiento de sus instituciones democráticas, en ayudarle en términos de crecimiento económico y prosperidad», insistió.

Consultado sobre el carácter antiimperialista que Chávez asigna a su gestión, Fernández remarcó que «por principio, no puedo interferir en la política doméstica; no puedo emitir ningún juicio, sólo puedo hablar por la política de la República Dominicana, y como presidente electo, no puedo emitir juicios de esa naturaleza».

También recordó que en su primer gobierno (1996-2000), su país suscribió acuerdos de libre comercio con varias naciones y que en la actualidad «lo que avanza es un proceso de liberalización y apertura comercial en todo el hemisferio occidental y la República Dominicana será parte de todo esos esquemas de negociación».