Leonel y Danilo: «Dos bueyes en la misma cueva, ¡mira!, no pueden vivir»*

Leonel y Danilo: «Dos bueyes en la misma cueva, ¡mira!, no pueden vivir»*

Los políticos tradicionales no terminan nunca de decepcionar a la República Dominicana. Pero pedirles que no lo hagan es pedir peras al olmo. Sus liderazgos han nacido torcidos y jamás enderezarán.

Cuando el liderazgo de político se basa únicamente en el poder del dinero, en la miseria de las personas, o en la avaricia del individuo, donde lo primordial es “lo que puede hacer el hombre por mí”, el resultado es una masa incontrolable de puros intereses individuales  que presionan de afuera hacia dentro aplastando a la fuente de poder.

Ese fenómeno se manifiesta con aquella “soledad  del poder” que afecta a los presidentes desde el mismo primer día en que entregan su mandato.

Es lo que le ha ocurrido al PLD. Sus dos líderes principales mantienen un liderazgo cimentado en favores, dádivas, influencias y deudas pendientes.

Cuando es así, ante un conflicto importante en el que esté en peligro el poder, el “líder” no está en condiciones de dictar una solución que lo aleje de ese poder sin pagar por ello en gran medida con su propio liderazgo.  En otras palabras, el que cede, pierde.

En este contexto, Leonel y Danilo están enfrascados en un conflicto donde solo puede haber un ganador, solo uno de ellos tendrá la posibilidad de tener el poder para el período 2016-2020, y el otro, quedará considerablemente disminuido y en una posición de posible aniquilamiento.

En el caso de Leonel Fernández, si éste desistiera de su proyecto presidencial, ya no sería capaz de saciar intereses y perdería su hegemonía considerablemente. Para este tipo de “líderes” mantenerse a flote es lo mismo que ahogarse. Entregar, y perder gran parte de su hegemonía y esperar cuatro años más de desgaste de su figura y de su entorno, para él, no es una opción.

Danilo Medina por su lado, si no sale reelecto Presidente de la República, además de perder el “poder” enfrenta una terrible desconsideración por parte del leonelato que incluso ya ha comenzado, solo hay ver los ataques de los que es víctima el Presidente dirigidos directamente por fichas leonelistas reconocidas. Para él, irse a su casa en agosto de 2016 por lo menos si quiere seguir siendo político, tampoco es una opción.

Lo mismo ocurrió en el PRD. En ese caso las armas fueron sillas blancas plásticas, pero Leonel y Danilo son peledeístas, son  mucho más sofisticados, sus armas son las instituciones del Estado.

Lo que tenemos es un objeto imparable en ruta de colisión contra otro objeto inamovible, se niegan entre sí, y como dijo Celia Cruz, “dos bueyes en la misma cueva, !mira!, no pueden vivir”.

*En Cuba, a los cangrejos grandes que viven en cuevas se les llama bueyes.

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