Es evidente que el reto troncal que confronta el presidente Leonel Fernández no es a quién endosará su respaldo intra o extra PLD en las elecciones generales de 2012, sino el atinente al sector eléctrico, que es un caos.

Hizo bien el Presidente Leonel en reunir a algunos medios de comunicación en la Casa de Gobierno el día cuatro del presente mes, en que puntualizó que su gobierno no adquirió EDE-Este, como originalmente se regó al voleo, sino que más bien la operación con Trust Company of the West (TWC) devino o en una conciliación por US$26.5 mm para anular demandas por US$680 mm de esa empresa al estado dominicano, un ardid jurídico clasificado de típico filibusterismo.

El quid del meollo es la o las razones que motivaron a la TWC a incoar una demanda en tribunales internacionales al Estado dominicano, que se deduce, por ósmosis intelectiva, que anduvo por el litoral de incumplimiento de honrar acreencias más chantaje, ¿o hubo algo más?

El reportero de Listín, Jairon Severino, confeccionó dos precisos reportajes de fechas 24/04/2009 y 20/05/2009, en el primero de los cuales señala que al plan integral del sector energía no se ha cumplido, ilustrando el dispendio de recursos monetarios incurridos en la llamada Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CDEEE), con un incremento de gastos de 65.32% o RD$136.2 mm más. En el segundo, edifica Severino que RD lleva nueve años sin intervenir una mota en energía, que la capacidad instalada es de 2,963.2 megas, la demanda 2,056 megas y una sobranza mediática de 907.2 megas; que se presupuestaron RD$350 mm en subsidio, una palabreja que el autor le produce escozor y grima, y que esa barbaridad se duplicará, en vez de profundizar los cobros, pero se decantó el gobierno por aumentar la tarifa en tiempos críticos.