Los dominicanos podemos sentirnos orgullosos por la forma en que el Presidente Leonel Fernández condujo la XX Cumbre del Grupo de Río, que comenzó en un ambiente tenso por la situación imperante en las relaciones entre Colombia, Venezuela y Ecuador que culminó con abrazos, apretones de manos y frases cordiales de los presidentes en pugna, Alvaro Uribe, Hugo Chávez y Rafael Correa.

La agenda de la Cumbre fue dejada de lado y se consagró a conocer la crisis sudamericana, originada por una flagrante violación de la soberanía ecuatoriana por fuerzas colombianas que masacraron miembros de las FARC, incluyendo a su segundo jefe “Raúl Reyes”.

El Presidente Fernández dirigió la reunión con gran tacto y delicadeza. Sus colegas del continente pudieron manifestarse sin problemas de especie alguna y los jefes de Estado de los países envueltos en la crisis hicieron uso de las réplicas y contra réplicas a su mejor parecer.

El mandatario quisqueyano, en la parte final de la junta, hizo uso de la palabra para expresar su agrado por la forma en que los presidentes de Venezuela, Ecuador y Colombia hacían sus exposiciones, dejando abiertas las puertas para un diálogo que condujera a una solución verdaderamente pacífica. Fue, entonces, cuando captó la mayor atención de su exigente auditorio, al proponer, entre aplausos, que Chávez, Correa y Uribe se estrecharan en un abrazo. Uribe se paró y se dirigió a dar un abrazo a su colega ecuatoriano, y después, entre risas, hizo lo mismo con Chávez, mientras Fernández recibía congratulaciones por su mediación. Al clausurarse la junta, se oyó la voz de uno de los presidentes: “Santo Domingo es hoy la capital de la paz”.

Tropiezos de la Seguridad Social

El Sistema Nacional de Seguridad Social vive de tropezón en tropezón. Cuando no es por los reclamos salariales de los médicos o las clínicas por las tarifas de servicios, es porque no son entregados a tiempo los fondos que requiere para operar.

La tesorería de la Seguridad Social se queja porque ha tenido que trabajar con los mismos fondos del año pasado, porque el Consejo Nacional de la Seguridad Social no ha entregado los fondos correspondientes a este período. No parece haber causas que justifiquen un atraso en la entrega de los fondos correspondientes a este organismo. Sería prudente eliminar escollos que parecen no tener razón de ser.