Los resultados de las elecciones presidenciales del pasado domingo, que dieron al candidato del Partido de la Liberación Dominicana, Danilo Medina, un claro triunfo, fueron, parodiando la novela del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, la crónica de un victoria anunciada, que a nadie debe sorprender.
Así lo pronosticaban las principales firmas encuestadoras, entre ellas la Gallup, Penn and Shoen y Hamilton, y con estas tres coincidían los principales analistas políticos.
Nosotros, en un artículo publicado a página completa, en este mismo diario HOY, el lunes 26 de marzo, bajo el título Lo que va a psar el próximo 20 de mayo, así lo vaticinamos, y luego lo reafirmamos el pasado 12 de este mes, en este mismo periódico, bajo el título El pueblo ya habló, Danilo es el Presidente.
Cuatro factores principales confluyeron en estos resultados. En primer lugar la participación decisiva del Presidente Leonel Fernández, como principal líder no solo del PLD, sino del país, quien se entregó en cuerpo y alma a lograr el triunfo del licenciado Danilo Medina, vertebrando una gran coalición política, el Bloque Progresista, que aglutinó a 15 partidos, encabezada por el partido morado.
En segundo lugar, la inteligente escogencia de la Primera Dama, doctora Margarita Cedeño de Fernández como candidata a la Vicepresidencia de la República, lo que aglutinó en torno al licenciado Danilo Medina el voto favorable de cientos de miles de mujeres de todos los estratos sociales, que ven en ella un paradigma de madre y esposa, trabajadora infatigable por las mejores causas del pueblo.
En tercer lugar, el aporte hecho por el Partido Reformista Social Cristiano, que bajo el liderato del ingeniero Carlos Morales Troncoso, resurgió de sus cenizas, como la legendaria Ave Fénix, y llevó a las urnas a decenas de miles de sus compatriotas, para que sufragaran por el licenciado Medina.
Este aporte de los seguidores del doctor Joaquín Balaguer sumó al PLD un decisivo 6%, lo que permitió al partido morado salir triunfante en la primera vuelta electoral, tal y como se esperaba, pues pasó del 45% al 51%.
Y finalmente, y no por ello menos importante, la forma conciliadora y respetuosa con que el licenciado Medina llevó adelante su campaña electoral, basada en un pragmático enfoque de la realidad nacional, prometiendo mantener lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se hizo, lo que caló en la conciencia ciudadana.
Ahora solo resta que a partir del venidero 16 de agosto, el licenciado Medina, que ha prometido crear 400 mil empleos nuevos para favorecer a la juventud, cuente con el apoyo no solo de los peledeístas y sus aliados, sino también de sus adversarios, porque lo que hay que hacer es trabajar todos, por y para la Patria, como nos enseñara el inmenso Juan Pablo Duarte.