Ese día memorable de principio de agosto de 1961, Sofía Leonor Sánchez Baret se sorprendió cuando fue a inscribirse en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y frente a ella observó a un joven de 14 años, amable, avispado, apuesto y larguirucho, que le preguntó por sus datos personales. Detrás de ella, su hermano Lorenzo esperó paciente para dejar asentado su nombre en la organización política que recién llegaba al país después de terminar la feroz y sangrienta tiranía trujillista.

Hatuey Decamps Jiménez, quien para esa época era un joven imberbe, tuvo el honor de inscribir en el PRD a dos primeros miembros de una familia de reconocida trayectoria perredeísta de Cotuí, su comunidad natal: Los Sánchez Baret. Antes se inscribieron Patria y Blas. Siguió Vicente y los demás hermanos. Sofía Leonor es la mayor de nueve hermanos.

Quien abrió la oficina del PRD en Cotuí fue don Miguel Ángel De Camps. Pero quien estaba en ese momento en que Lorenzo y yo nos inscribimos era Hatuey, quien era un muchachito de escuela primaria. Ese día estaba en la oficina su madre, Orfelina Jiménez. Recuerdo que ese día estaba allí el difunto Antonio Bucareli Méndez.

Su inclinación por el PRD no fue una casualidad. Sofía Leonor fue gran amiga y compañera de estudios de Milagros Ortiz Bosch, sobrina del profesor Juan Bosch. La motivación para cerrar filas en el partido blanco provino de don Miguel Ángel De Camps y de Orfelina Jiménez, padres de Hatuey. Desde que llegó el partido blanco al país, el 5 de julio de 1961, ellos insistieron en que la familia Sánchez Baret ingresara a la organización.

Recuerdo que cuando se inició la Unión Cívica, escuché el discurso de Viriato Fiallo en el Parque Independencia. La verdad es que no me gustó su oratoria. Uno no sabía mucho de lo que era la izquierda o la derecha, pero en esa oportunidad me dije a mí misma: me gusta más el PRD.

Leonor conocía a Bosch por referencias de Milagros. Sabía del exilio, del PRD y sus afanes democráticos. Cuando llegó la comisión en julio de 1961, la vida de la dirigente perredeísta comenzó a cambiar. Me integré a los recorridos por todo el país. Los tiempos eran muy difíciles y las cosas se pusieron peor después del golpe de Estado contra el Gobierno de Bosch. Soportamos el acoso de Los Paleros en diferentes pueblos del Cibao y la represión política de las fuerzas neotrujillistas. Un día don Amable del Castillo, un amigo de la familia que residía en Cotuí, intentó convencerla para que ingresara al Partido Liberal Evolucionista, conocido por las siglas de PLE. Ella se negó. Le dijo, en buenos términos que había asumido un compromiso con el PRD, y aunque Bosch había sido depuesto por un golpe de Estado, yo sigo y seguiré siendo perredeísta. Posteriormente, el señor Castillo la sorprendió cuando se apersonó a su casa con don Luis Amiama Tió.

Ese día ellos andaban con unos señores corpulentos que se sentaron en el sofá de casa, y el sofá no soportó tanto peso. Todos se fueron abajo. Fue un momento inolvidable. Todos reímos de buenas ganas en esa ocasión.

Tarea política. Dos semanas antes de las elecciones de 1962, Leonor Sánchez Baret es designada secretaria de la Junta Municipal Electoral en Cotuí. El presidente de la Junta era Emiliano Agramonte, entonces de Unión Cívica Nacional. No quiero mencionar el nombre de la persona que sustituí, pero se descubrió que había recibido un cheque de Unión Cívica para armar un fraude en contra del PRD. Querían hacernos un tropo. Cuando asumí las funciones, todo estaba trastocado. Durante 16 días no dormí. Trabajé día y noche hasta organizar todo el embrollo. Cuando se celebraron las elecciones, barrimos en Cotuí. Lo único que sacaron los cívicos fue un regidor.

No desempeñó ningún cargo público durante el corto gobierno de Bosch. Durante la Revolución de Abril de 1965 estuvo al lado de los constitucionalistas. El coronel Francisco Caamaño la designó Gobernadora Civil de la provincia Sánchez Ramírez. A partir de ese momento se desató una terrible persecución política contra mí y mi familia.

El acoso político a la familia en los gobiernos de 12 años de Balaguer se convirtió en una rutina. El aparato represivo del Estado, al servicio de Balaguer, operaba las 24 horas. La familia Sánchez Baret sufrió en carne viva esa situación. Intimidación, allanamientos, vigilancia indiscreta y prisión matizaron esa época. Muchas veces yo estaba llegando a casa, y mi madre me esperaba en la puerta. Me decía: Devuélvete, devuélvete, mi hija, que ya la Policía vino a buscarte. Eran tiempos difíciles, muy difíciles. Pero yo sobreviví a todas esas arbitrariedades.

Zoom

Anécdota

Hay un alto dirigente del PLD a quien yo defendí en un tribunal. En esa época era perredeísta. Voy a omitir su nombre, porque le tengo mucho aprecio. Pero cuando lo llevaron al tribunal, en los días posteriores a la llegada al país del coronel Caamaño, el pobre hombre estaba asustado, temblando de miedo. Se puso a llorar como un niño, delante de todos. Yo estaba furiosa, imagínate. Me quité la toga, la lancé al suelo y dije, para que todos me escucharan: ¡Yo no defiendo hombres cobardes!.

Leonor Sánchez Baret defendió en los tribunales, con la misma vehemencia, a perredeístas e izquierdistas. Algunos de ellos decían que los electoreros son traidores, aunque después apoyaron el Acuerdo de Santiago, en 1974.

Antecedentes

Cargos políticos y públicos

1966-2011

Miembro del CEN y de la Comisión Política del PRD. Fue inexplicablemente sustituida de esta última función en la pasada Convención del PRD. En tres ocasiones desempeñó la función de Vicepresidenta de la Internacional Socialista de Mujeres para América Latina.

1965

Gobernadora Civil provincia Sánchez Ramírez.

1978-1982

Diputada al Congreso Nacional.

1982-1984

Superintendente de Seguros.

1984-1986

Superintendente de Bancos.

1998-2002

Diputada al Congreso Nacional.

2002-2004

Embajadora, Representante Permanente de la R.D. en la OEA.