POR FERNANDO QUIROZ
La venta de drogas en muchos lugares de la capital y de provincias es pública, denunció anoche Leopoldo Díaz, presidente de Hogar Crea Dominicana, institución que cumplió en este mes 31 años trabajando en la orientación, prevención y reeducación de personas adictas a narcóticos.
Citó los casos de venta de drogas que se registran en Villa Francisca, Villa Juana, Los Alcarrizos, Gualey y Ensanche Espaillat, entre otros.
Atribuyó el incremento en el consumo de drogas en el país a que los narcotraficantes pagan en especie a sus cómplices nacionales, quienes a su vez, se han dispuesto ampliar el mercado local.
Puso como comparación, que en una reunión que sostuvo con el fiscal de Santiago, Raúl Martínez, le comunicó que en esa ciudad existen 90 puntos de drogas. En tanto, recordó que el ex jefe de la Policía, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, llegó a declarar que en la capital había mal contados 1,200 espacios de ventas de drogas.
Díaz participó en el conversatorio La Esquina Joven, acompañado del doctor Rafael Pérez, director del Departamento de Prevención Integral.
Recordó que el presidente Leonel Fernández, en los primeros discursos del presente mandato atribuyó el incremento de la delincuencia y la violencia al consumo de drogas. Igual, añadió, ha declarado la jerarquía de la Iglesia Católica, especialmente el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez.
Sostuvo que el país no puede quedarse en la denuncia, sino que por fin debe establecer una política definida para combatir las drogas, que no sólo privilegie la persecución, sino también la prevención.
A los que difunden la idea de que una manera de combatir la problemática de las drogas es legalizando su consumo, Díaz señaló que esa es una posición pesimista y derrotista.
El director de Hogar Crea estuvo acompañado de los internos Jaime Alvarado, Enmanuel Gabriel Ogando, Eduardo Saint Hilare, Leslie de la Mota, Edilí Tolentino y Gina Tavárez.
Drama de niños
ogar Crea tiene 84 menores, entre ocho y catorce años, internos por consumo hasta de crak. Del total, 68 son varones y 16 hembras. Muchos de los menores afectados, vienen de hogares disfuncionales, de padres separados. Se ven influenciados por amigos y reciben presión de grupo.
Otra de la explicación para que niños se inicien en las drogas, es que, como son usados para el tráfico, porque la ley es más benigna con los menores de edad; en vez de recibir dinero como pago, le dan un por ciento de la droga en transacción.
El doctor Pérez llamó la atención con relación a que en años anteriores el inicio en las drogas se daba con marihuana, pero que ahora hasta los niños lo hacen con drogas más peligrosa como cocaína y crack, que destruye el cerebro.
Desde que ingresa un paciente en Crea se trabaja para fortalecer su carácter. El período de tratamiento está estimado en 20 meses.
Díaz expresó preocupación por el incremento en el consumo de heroína en los últimos dos años.
CREA
Hogar Crea Dominicana fue establecida en el país el 15 de febrero del año 1975.
Díaz recuerda que el consumo de drogas en el país comenzó a sentirse en el año 1966, tras la intervención militar de los Estados Unidos. Aparecieron grafittis en las paredes con mensajes de dónde comprar drogas, y además, los jóvenes comenzaron a dejarse el pelo largo y utilizar un tipo de ropa que no era el tradicional, acompañado del consumo de marihuana e ihnalantes.
En los años 1973-74 no había en el país respuesta para enfrentar la problemática de las drogas. En su caso, reiteró, acudió a la comunidad terapéutica internacional, específicamente, a Puerto Rico, para tratar a su hijo Julio.
El primer hogar Crea Dominicana fue establecido en Alma Rosa, en una precaria casa de dos edificaciones. Con más de 18 jóvenes internos, tuvieron que crear a los tres meses otro centro en el Ensanche Ozama, y luego se extendieron a las provincias hasta llegar a 35 locales, 33 masculino y dos femenino.
Actualmente los espacios de Crea a nivel nacional tienen una población de 1,600 internos. Uno de los centros, en Vista Hermosa, Santo Domingo Este, tiene la especialidad de que está destinado para adictos contagiados de VIH-Sida. Allí hay 30 hombres. Necesitan el apoyo económico, señaló Díaz, para fundar un Crea para mujeres adictas con VIH.
Otras solicitudes de hogares las han recibido desde El Seibo, Monte Cristi, y un femenino para Santiago.
En los 31 años de operaciones de Crea ha dado certificación de reeducación a 22,000 internos. En julio próximo tiene previsto otro grupo de 850.
PROBLEMA SOCIAL
Al adicto hay que tratarlo como un enfermo que es, insistió el presidente de Hogar Crea. Es un problema que destruye la familia, afecta estudios, trabajo, y a la sociedad en sentido general.
La mayoría de sus internos tienen como tope clase media. Díaz expresó que las familias adineradas del país que se encuentran con un hijo que consume drogas, piensan que les lesiona su imagen, y por eso lo internan en clínica privada a un pago mensual superior a los RD$100,000. En otras ocasiones, envían al hijo al extranjero con el argumento de que cursará estudios.
Muchas familias desconocen cómo tratar con hijos afectados por las drogas. Díaz les exhortó a que consulten a instituciones que trabajan cotidianamente en el área.
Arrepentidos
Jaime Alvarado y Leslie de la Mota relataron al público de La Esquina Joven el infierno en que vivieron por muchos años debido al consumo de drogas.
Jaime, de 34 años, duró 18 años consumiendo drogas, desde de los 16. Era estudiante de contabilidad, pero en un encuentro con amigos en una discoteca se inició en las drogas tras aceptar consumir marihuana.
En el trayecto de esos años, de los que dijo estar arrepentido, perdió a su familia. Estar en Hogar Crea desde hace ocho meses le ha permitido un encuentro con sus hijas de 15 y 11 años, y un varón de ocho.
Exhortó a los jóvenes a no dejarse influenciar de nadie en asuntos negativos, y en cambio mantengan metas claras.
En el caso de Leslie, se inició en las drogas con 15 años de edad, tras un ofrecimiento que le hizo su novio. Se casó con él cuando tenía 19 años y continuaron el consumo de drogas en pareja, excepto cuando ella pasó por dos embarazos, que hoy son el producto de dos niños de ocho y nueve años. Los niños viven con su abuela.
Leslie trabajaba en servicio al cliente de un banco comercial. Su esposo tenía un trabajo estable, con buenos ingresos. Luego del consumo de marihuana pasaron a cocaína y llegaron hasta el crack.
No podía más con mi vida, dijo Leslie, quien contó que eso significó la destrucción del matrimonio. Su esposo le decía que no buscara ayuda por el que dirán de la gente. Recurrió a su papá, a través de quien llegó a Hogar Crea. Allí lleva un mes y 17 días. Siente que le han vuelto a la vida, ahora valora su familia, no vive para ella y busca a Dios.
!No experimenten nunca consumir droga!, concidieron Leslie y Jaime.